CERCO DE LA MISERICORDIA
COMUNIDAD PIEDRAS VIVAS
Parroquia San Miguel Arcángel
¡Paz y Bien, Familia!
La segunda noche –jornada- del Cerco de la
Misericordia se pone en marcha y, como lo esperamos y deseamos hace siete días,
-¡y así fue!- esperamos para ésta segunda noche una nueva lluvia de gracias que
renueve y vigorice familias, enfermos, corazones, proyectos, anhelos…
En el Nombre Santo, Jesús, nos reunimos para dejarnos
sumergir en ése océano infinito de Amor que reinflama lo que débilmente está
ardiendo.
¿Van a vivir éste tiempo en Familia?
Les invitamos a “preparar en el corazón del hogar”
un espacio oracional.
Recuerden que somos un todo, una unidad, por eso,
para que todo nuestro ser “comprenda desde lo más exterior” que éste momento es
“especial” les invitamos a preparar con esmero un “espacio oracional”
Procuren hoy y siempre que en el centro del “altar
familiar” LA PALABRA sea la que precida.
Busquen una vela, -Jesús es la Luz que todo lo
penetra!- y que ella, encendida, les recuerde la presencia silenciosa de Él que
arde de Amor por cada uno.
Sería oportuno disponer de un ícono de Jesús
Misericordioso y no olviden tener a mano el Rosario,
Cuando lo exterior este listo, entren
silenciosamente en ése lugar sellado con el agua bautismal… ¡nuestro sagrario
interior!
¡Dios Bendiga este
Cerco!
¡Lluvia de Gracias,
querida Familia Piedras Vivas!
JESUS, ROSTRO DE LA MISERICORDIA
Dar de BEBER al SEDIENTO.
DAR BUEN CONSEJO AL QUE LO NECESITA
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GUÍA Noche 2
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BIENVENIDA
Hoy nuestra casa se hace templo, lugar sagrado,
Para compartir y vivir una experiencia fuerte de Dios.
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Aunque afuera la noche ha caído,
Aunque pueda parecer que la oscuridad cubre nuestras vidas,
Nuestros Matrimonios, instituciones, corazones y pensamientos…
Aunque la desesperanza pueda prender en algunos de nosotros;
HOY, aquí, en nuestro hogar estamos reunidos
Para SER ENCENDIDOS POR UNA LLAMA QUE
PURIFICA E ILUMINA
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Vamos a dejar atrás toda tibieza y
cansancio,
preocupaciones
y angustias;
entremos, en
esta celebración confiados, esperanzados
Como Familia en
el Corazón de Dios
Alegrándonos
con el canto…
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CANTO
SEÑOR YO QUIERO OBEDECER, A TU VOZ
DERRAMA TU ESPÍRITU, JESÚS! EN ESTE LUGAR!
DERRAMA
TU AMOR AQUÍ, DERRAMA TU AMOR AQUÍ,
HAZ LLOVER HOY AQUÍ, AGUA VIVA!
SEÑOR
YO QUIERO ADORAR / VIVIR EN TU AMOR
ENSÉÑAME A ESTAR EN TI, SEÑOR / TÚ
ERES MI SALVADOR! ¡DERRAMA…!
SEÑOR YO QUIERO ENTRAR, EN TU CORAZÓN
CONOCER LA INTIMIDAD QUE HAY EN TI /
¡DERRAMA TU UNCIÓN!
PRESENTACIÓN DEL TEMA
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1
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En noviembre del año 2014,
en nuestra pequeña comunidad,
Dios preanunciaba el Tiempo de la
Misericordia que vendría.
Cuatro meses después, el Santo Padre nos
sorprendió
Anunciando éste Jubileo que estamos
viviendo.
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Dios necesitaba despertarnos de la dormición
en que estábamos sumergidos;
Necesitaba despertarnos porque el mundo
aletargó nuestros sentidos,
Nuestra soberbia, las preocupaciones, las
intrigas…
¡el mismo pecado!... Han usurpado nuestro
Sagrario Interior,
Lo más precioso que nos fue regalado ha sido
violado
¡Nos hemos dormido!
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En
éste cerco, en ésta noche vamos a procurar ir restaurando,
Dejar
que Dios vaya restaurando lo que está roto y dañado.
Permitamos
que el velo del Templo se corra,
Se
nos revele el Rostro Misericordioso de Dios y,
La
llama vuelva a re-inflamarse de Amor.
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CANTO
RESTAURA NUESTRA
CASA, SEÑOR! RESTAURA NUESTRA CASA, SEÑOR
BENDICIÓN,
DERRAMA AQUÍ, NUESTRA CASA ¡VEN A RECONSTRUIR!
CON SEÑALES Y
PRODIGIOS, HOY AQUÍ, ¡DERRAMA TU ESPÍRITU!
Restaura nuestra
VIDA…. Restaura nuestra IGLESIA…
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INVOCACION ESPIRITU SANTO
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2
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Necesitamos descubrir y contemplar
El misterio de la
misericordia divina,
Ella es fuente, condición,
revelación;
Es acción del amor de Dios
por nosotros.
Pidamos juntos el Espíritu
Santo de Dios,
Para vivir desde el Corazón
mismo de Dios,
Esta Segunda noche de Cerco.
¡Ven, ven, ven. Espíritu Santo!
TRANSFORMA MI VIDA, QUIERO RENACER,
QUIERO ABANDONARME EN TI SEÑOR,
SUMERGIRME EN TU RÍO DE AMOR,
DERRIBAR LAS BARRERAS QUE HAY EN MI CORAZÓN.
Nos persignamos diciendo:
+ ¡Abre, Señor mi
mente!
+ ¡Abre, Señor,
mis labios!
+ ¡Abre, Señor mi
corazón;
Para que pueda
recibir y anunciar Tu Palabra!
FRENTE AL SANTISIMO
SACRAMENTO
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3
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(Sólo si la celebración la estás viviendo comunitariamente
delante del Santísimo Sacramento en una Iglesia o capilla.
Si estás en tu hogar recita el Salmo 23)
El Santo Padre, en la
Bula que convoca al Jubileo expresa que
“la misericordia es la
viga que sostiene la vida de la Iglesia” (cfr. Nº 10)
¡Y ciertamente lo es!
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Esa expresión nos recuerda también a Aquel que es
la Piedra Angular,
La “Piedra” que sostiene, la que apuntala, la que
da cohesión.
¡el Hijo del Dios Vivo, Jesús, el centro de Todo!
¡El es el CORAZÓN de éstas noches!
El nos convoca, por Él estamos aquí!
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Sí Él es el centro, a Él necesitamos dirigir la
mirada.
Hacia Él tiene que estar ORIENTADOS todos nuestros
sentidos.
Sí, necesitamos contemplar la misericordia divina,
Ella tiene un Rostro concreto,
es el Rostro de Aquel que no solo convoca,
Es el Rostro del que nos alcanzó la Salvación.
Hoy, querida familia, nos congregamos para mirar y
admirar,
Para alabar y adorar el Rostro de la Misericordia.
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Te
invitamos a cantar o recitar el Salmo 23
Salmo 23
¡Portones alzad los dinteles!
Que se abran las puertas eternas,
Va a entrar el Rey de la Gloria,
Dios de la Gloria el Dios inmortal.
El Dios Altísimo, Omnipotente Rey de Gloria es Él.
Fuerte y valiente subirá el Señor de los
ejércitos, Dios de Israel. ¡Portones alzad los dinteles!
Que se abran las puertas eternas,
Va a entrar el Rey de la Gloria,
Dios de la Gloria el Dios inmortal.
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ORACIÓN A LOS PIES DEL
SEÑOR
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4
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Si la celebración es
comunitaria, frente al Santísimo, puestos de rodillas.
Si estamos en nuestros
hogares, puestos de rodillas, podemos hacer un momento de silencio, cerrar
los ojos y contemplar con el Corazón el Sagrario que acostumbramos visitar.
Imaginamos que nuestro corazón está en ése lugar en éste momento y recitamos
la oración
Recitamos en dos coros, Varones
y mujeres, la “Oración a la misericordia divina”
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Jesús,
Tú que representas el rostro de la misericordia,
Llévanos
por ella al encuentro con Dios nuestro Padre.
Ayúdanos
a cumplir con Tu Palabra,
Que
trae a nuestra vida serenidad y paz.
Guíanos
en la construcción de tu Reino,
Que
es fuente de amor y alegría.
Condúcenos
por el camino de la esperanza,
De
ser amados, a pesar de nuestras limitaciones.
Abre
la puerta de la misericordia en nuestro corazón
Para
que podamos experimentar tu consuelo y tu perdón.
Danos
un alma sensible para atender
Las
necesidades y las debilidades
De
nuestros hermanos en el camino de la vida,
Por
tu amor.
Tú
que nos llamaste a vivir en la misericordia,
Danos
tu fuerza y tu poder
Para
que venzamos el rencor, el odio,
La
violencia y la indiferencia.
¡Que
la misericordia y la compasión de tu amor,
Sostengan
nuestra vida y la de tu Iglesia!
¡Que
aprendamos a vivir este año del jubileo,
A
la Luz de tu Palabra,
Para
contemplar tu misericordia
Y
aceptarla como nuestro estilo de vida!
Para
este Año Santo y por siempre,
¡Amén!
¡Amén! ¡Amén!
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LITURGIA DE LA PALABRA
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5
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Tomamos nuestras Biblias y buscamos
De las Cartas Paulinas a los Efesios, Capítulo 2;
Versículos 4 al 10.
“Pero Dios, que es rico en misericordia,
por el gran amor con que nos amó,
precisamente cuando estábamos muertos a causa de
nuestros pecados, nos hizo revivir con Cristo
-¡ustedes han sido salvados gratuitamente!-
y con Cristo Jesús nos resucitó y nos hizo reinar
con él en el cielo.
Así, Dios ha querido demostrar a los tiempos
futuros
la inmensa riqueza de su gracia por el amor que
nos tiene en Cristo Jesús.
Porque ustedes han sido salvados por su gracia,
mediante la fe.
Esto no proviene de ustedes,
sino que es un don de Dios;
y no es el resultado de las obras, para que nadie
se gloríe.
Nosotros somos creación suya:
fuimos creados en Cristo Jesús,
a fin de realizar aquellas buenas obras,
que Dios preparó de antemano para que las
practicáramos.”
Palabra de
Dios.
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SALMO
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6
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Buscamos en nuestras Biblias el Salmo 27
El salmo 27 es una plegaria urgente e
intensa de David.
Su corazón tiene un solo deseo, una
ambición:
Contemplar la hermosura, el rostro de Dios.
Hagamos nuestra ésta oración.
El Señor es mi luz y mi
salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte
de mi vida,
¿ante quién temblaré?
Cuando se alzaron contra
mí los malvados
para devorar mi carne,
fueron ellos, mis
adversarios y enemigos,
los que tropezaron y
cayeron.
Aunque acampe contra mí
un ejército,
mi corazón no temerá;
aunque estalle una
guerra contra mí,
no perderé la confianza.
Una sola cosa he pedido
al Señor,
y esto es lo que quiero:
vivir en la Casa del
Señor
todos los días de mi
vida,
para gozar de la dulzura
del Señor
y contemplar su Templo.
Sí, él me cobijará en su
Tienda de campaña
en el momento del
peligro;
me ocultará al amparo de
su Carpa
y me afirmará sobre una
roca.
Por eso tengo erguida mi
cabeza
frente al enemigo que me
hostiga;
ofreceré en su Carpa
sacrificios jubilosos,
y cantaré himnos al
Señor.
¡Escucha, Señor, yo te
invoco en alta voz,
apiádate de mí y
respóndeme!
Mi corazón sabe que
dijiste:
"Busquen mi
rostro".
Yo busco tu rostro,
Señor,
no lo apartes de mí.
No alejes con ira a tu
servidor,
tú, que eres mi ayuda;
no me dejes ni me
abandones,
mi Dios y mi salvador.
Aunque mi padre y mi
madre me abandonen,
el Señor me recibirá.
Indícame, Señor, tu
camino
y guíame por un sendero
llano,
porque tengo muchos
enemigos.
No me entregues a la
furia de mis adversarios,
porque se levantan
contra mí testigos falsos,
hombres que respiran
violencia.
Yo creo que contemplaré
la bondad del Señor
en la tierra de los
vivientes.
Espera en el Señor y sé
fuerte;
ten valor y espera en el
Señor.
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Escuchando al Santo Padre
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7
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Queridos amigos,
Muchos de
nosotros andamos errantes por la vida.
Muchos de
nosotros experimentamos una herida que no tiene nombre, Que es difícil
identificar,
Que sólo percibimos por el vacío interior
que sentimos.
Hay una herida de amor en nosotros.
Hay una penumbra que está necesitando
ser bañada de Luz.
Este Cerco nos encuentra cada viernes
para hacer visible lo que invisiblemente
nos perturba y nos duele.
El cerco es un espacio para que un
encuentro suceda.
Un encuentro como el que tuvo Zaqueo,
Como el que experimentó María la de
Magdala, o como Pedro o Juan,
El mismo Pablo de Tarso y tantos otros…
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Mientras contemplamos el Rostro
Misericordioso de Dios,
Escuchemos con atención
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Jesús de Nazaret con su palabra, con sus
gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios… Con la mirada fija
en Jesús y en su rostro misericordioso podemos percibir el amor de la Santísima
Trinidad.
La
misión que Jesús ha recibido del padre ha sido la de revelar el misterio del
amor divino en plenitud.
“Dios
es amor” (1 Juan 4,8.16), afirma por la primera y única vez en toda la Sagrada
Escritura el evangelista Juan. Este amor se ha hecho ahora visible y tangible
en toda la vida de Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que se
dona y ofrece gratuitamente.
Sus
relaciones con las personas que se le acercan dejan ver algo único e
irrepetible.
Los
signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres,
excluidas, enfermas y sufrientes llevan consigo el distintivo de la
misericordia. En él todo habla de misericordia. Nada en él es falto de
compasión… Lo que movía a Jesús en todas las circunstancias no era sino la
misericordia, con la cual leía el corazón de los interlocutores y respondía a
sus necesidades más reales.”
Cantamos:
HAZ LO QUE QUIERAS CONMIGO, Haz lo que quieras en mi,
Hoy yo te ofrezco mi vida; Hoy yo me rindo ante Ti.
“Jesús delante a la multitud de personas que
lo seguían, viendo que estaban cansadas y extenuadas, perdidas y sin guía,
sintió desde lo profundo del corazón una intensa compasión por ellas.
A
causa de éste amor compasivo curó a los enfermos que les presentaban y con
pocos panes y peces calmo el hambre de grandes muchedumbres.
Cuando
encontró a la viuda de Naím, que llevaba su único hijo al sepulcro, sintió gran
compasión por el inmenso dolor de la madre en lágrimas y le devolvió a su hijo
resucitándolo de la muerte…
Cantamos
HAZ LO QUE QUIERAS CONMIGO, Haz lo que quieras en mi,
Hoy yo te ofrezco mi vida; Hoy yo me rindo ante Ti.
“También
la vocación de Mateo se coloca en el horizonte de la misericordia.
Pasando
delante del banco de los impuestos, los ojos de Jesús se posan sobre los de
Mateo.
Era
una mirada cargada de misericordia que perdonaba los pecados de aquel hombre y,
venciendo la resistencia de los otros discípulos, lo escoge a él, el pecador y
publicano, para que sea uno de los Doce. San Beda el Venerable, comentando esta
escena del evangelio escribió que Jesús “lo miró con misericordia y lo eligió”
. Siempre me ha cautivado esta expresión, tanto que quise hacerla mi propio
lema”
Cantamos:
HAZ LO QUE QUIERAS CONMIGO, Haz lo que quieras en mi,
Hoy yo te ofrezco mi vida; Hoy yo me rindo ante Ti.
INTENCIONES
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8
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A cada intención
respondemos:
¡Ayúdanos
a ser compasivos y misericordiosos como Jesús!
|
|
·
Acompaña al
Papa Francisco en su misión de anunciar y revelar el misterio del amor, proclamado
por Jesús. Oremos…
·
Ilumina a la
Iglesia para que cada día demuestre, con su actuar, la riqueza del amor,
manifestado en Cristo Jesús. Oremos…
·
Haz que podamos
descubrir en nuestros hermanos el rostro sufriente de Jesús. Oremos…
·
Te pedimos que
nos ayudes a ser compasivos con nuestros hermanos que sufren, están
desamparados y son excluidos de las riquezas de éste mundo. Oremos…
·
Ayúdanos a
enfrentar, con paciencia y fortaleza, el camino de la enfermedad que nos
doblega el espíritu y el cuerpo, cuando afecta nuestras vidas. Oremos…
·
Enséñanos a ser
solidarios con todos nuestros hermanos que están pasando por momentos de
dolor; convierte nuestra indiferencia, que es otra cara silenciosa de la
violencia. Oremos…
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G2
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ENSEÑANZA
Obras de Misericordia
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9
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Enseñanza referida a OBRAS DE MISERICORDIA:
¿Qué son las obras de misericordia?
Las
obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a
nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales. Instruir,
aconsejar, consolar, confortar, son obras espirituales de misericordia, como
también lo son perdonar y sufrir con paciencia. Las obras de misericordia
corporales consisten especialmente en dar de comer al hambriento, dar techo a
quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los presos,
enterrar a los muertos). Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres es
uno de los principales testimonios de la caridad fraterna; es también una
práctica de justicia que agrada a Dios. Catecismo de la Iglesia Católica, 2447
Es mi
vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las
obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar
nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para
entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los
privilegiados de la misericordia divina.
La
predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos
darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos. Redescubramos las obras de
misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento,
vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar a los
presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las obras de misericordia
espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir
al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia
las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos. Papa
Francisco, Bula Misericordiae Vultus.
Esta
semana procuraremos vivir particularmente dos:
DAR DE BEBER AL SEDIENTO
Junto con “Dar de comer al hambriento” se
complementan y se refieren a la ayuda que debemos procurar en alimento y otros
bienes a los más necesitados, a aquellos que no tienen lo indispensable para
poder comer cada día.
Jesús, según recoge el evangelio de san Lucas
recomienda: «El que tenga dos túnicas que las reparta con el que no tiene; el
que tenga para comer que haga lo mismo» (Lc 3, 11).
DAR BUEN CONSEJO AL QUE LO NECESITA
Uno de los dones del
espíritu Santo es el don de consejo. Por ello, quien pretenda dar un buen
consejo debe, primeramente, estar en sintonía con Dios, ya que no se trata de
dar opiniones personales, sino de aconsejar bien al necesitado de guía.
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CORONILLA a Jesús
Misericordioso
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Escribía Santa Faustina:
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“Alienta a las personas a decir la coronilla que te he dado…
Quien
la recite recibirá gran misericordia a la hora de la muerte.
Deseo
conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en mi misericordia…”
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Presenta en el silencio
de tu corazón tus intenciones
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ORACIÓN FINAL – (Celebrante)
“Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús
Como fuente de misericordia para nosotros, en ti confío”
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La Tradición nos enseña que San Miguel
preside el culto de adoración que se rinde al
Altísimo y,
ofrece a Dios, las oraciones de los fieles
simbolizadas por el incienso que se eleva ante el
altar.
La liturgia nos presenta a San Miguel
Como el que lleva el incienso que se eleva ante el
altar.
El que está de pie ante el altar como nuestro
intercesor.
El portador de las oraciones de la Iglesia ante el
Trono de Dios.
A Él invocamos respondiendo RUEGA POR NOSOTROS!
- San Miguel, RUEGA POR NOSOTROS
- Perfecto
adorador de Dios,
- Modelo de
pronta obediencia,
- Leal servidor
de Dios,
- Primer
defensor de la fe,
- Primer
testigo de Dios,
- Primer
defensor de la justicia,
- Abogado
nuestro,
- Justiciero de
Dios,
- Espada de
Dios,
- Defensor de
los hijos de Dios,
- Esperanza de
los combatientes,
- Intrépido
soldado de Dios,
- Liberador de
los oprimidos,
- Tú, a quien
la Iglesia implora en nuestra última hora,
- Tú, cuya
potente voz despertará a los muertos,
- Introductor
de las almas al cielo,
Oremos
San Miguel
Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y
acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra
humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que
Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus
malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén
|
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Oración Año Jubilar
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12
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Recemos en dos coros,
mujeres y varones,
La oración que el Santo Padre Francisco nos ha
propuesto
Para éste año de la misericordia.
|
·
Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a
ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve,
lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.
·
Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo
y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar
la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la
traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de
nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si
conocieras el don de Dios!
·
Tú eres el rostro visible del Padre
invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y
la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti,
su Señor, resucitado y glorioso.
·
Tú has querido que también tus
ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por
los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque
a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.
·
Manda tu Espíritu y conságranos a todos
con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del
Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los
pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista
a los ciegos.
·
Te lo pedimos por intercesión de María,
Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu
Santo por los siglos de los siglos. Amén.
ORACION FINAL
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13
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||||
Señor del perdón,
Que nos enviaste a tu
Hijo único, Jesús,
Para que conozcamos el
Camino, la Verdad y la Vida,
Te pedimos que nunca nos
apartemos de la senda
Que nos conduce a tu
divina misericordia.
Haz que por sus méritos
podamos alcanzar la felicidad
Y la vida eterna,
Junto a todos tus hijos
en el Reino de los Cielos.
A Ti, que vives y
reinas, por los siglos de los siglos.
Amén.
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Despedida
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14
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Querida Familia de Dios,
Termina la noche,
comienza nuestro peregrinar!
Después de contemplar el
Rostro de la Misericordia
debemos poner en acción lo que Dios inspiró y
despertó en nuestro interior.
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||||
Es tiempo de vivir esta
semana dos nuevas obras:
Dar de Beber al
sediento;
Dar Buen Consejo al que
lo necesita.
Que podamos hacerlo de
la mano de María Santísima,
Madre de la misericordia.
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