viernes, 19 de febrero de 2016

ORACIONAL CERCO DE LA MISERICORDIA - Segunda Noche


CERCO DE LA MISERICORDIA
COMUNIDAD PIEDRAS VIVAS
Parroquia San Miguel Arcángel

¡Paz y Bien, Familia!
La segunda noche –jornada- del Cerco de la Misericordia se pone en marcha y, como lo esperamos y deseamos hace siete días, -¡y así fue!- esperamos para ésta segunda noche una nueva lluvia de gracias que renueve y vigorice familias, enfermos, corazones, proyectos, anhelos…
En el Nombre Santo, Jesús, nos reunimos para dejarnos sumergir en ése océano infinito de Amor que reinflama lo que débilmente está ardiendo.

¿Van a vivir éste tiempo en Familia?
Les invitamos a “preparar en el corazón del hogar” un espacio oracional.
Recuerden que somos un todo, una unidad, por eso, para que todo nuestro ser “comprenda desde lo más exterior” que éste momento es “especial” les invitamos a preparar con esmero un “espacio oracional”

Procuren hoy y siempre que en el centro del “altar familiar” LA PALABRA sea la que precida.
Busquen una vela, -Jesús es la Luz que todo lo penetra!- y que ella, encendida, les recuerde la presencia silenciosa de Él que arde de Amor por cada uno.
Sería oportuno disponer de un ícono de Jesús Misericordioso y no olviden tener a mano el Rosario,
Cuando lo exterior este listo, entren silenciosamente en ése lugar sellado con el agua bautismal… ¡nuestro sagrario interior!

¡Dios Bendiga este Cerco!
¡Lluvia de Gracias, querida Familia Piedras Vivas!




JESUS, ROSTRO DE LA MISERICORDIA
Dar de BEBER al SEDIENTO.
DAR BUEN CONSEJO AL QUE LO NECESITA

G2

GUÍA Noche 2
BIENVENIDA

Hoy nuestra casa se hace templo, lugar sagrado,
Para compartir y vivir una experiencia fuerte de Dios.
Aunque afuera la noche ha caído,
Aunque pueda parecer que la oscuridad cubre nuestras vidas,
Nuestros Matrimonios, instituciones, corazones y pensamientos…
Aunque la desesperanza pueda prender en algunos de nosotros;
HOY, aquí, en nuestro hogar estamos reunidos
Para SER ENCENDIDOS POR UNA LLAMA QUE
PURIFICA E ILUMINA
         Vamos a dejar atrás toda tibieza y cansancio,
preocupaciones y angustias;
entremos, en esta celebración confiados, esperanzados
Como Familia en el Corazón de Dios
Alegrándonos con el canto…


CANTO
SEÑOR YO QUIERO OBEDECER,  A TU VOZ
DERRAMA TU ESPÍRITU, JESÚS! EN ESTE LUGAR!
            DERRAMA TU AMOR AQUÍ, DERRAMA TU AMOR AQUÍ,
HAZ LLOVER HOY AQUÍ, AGUA VIVA!
                        SEÑOR YO QUIERO ADORAR /  VIVIR EN TU AMOR
ENSÉÑAME A ESTAR EN TI, SEÑOR  /  TÚ ERES MI SALVADOR!  ¡DERRAMA…!
SEÑOR YO QUIERO ENTRAR, EN TU CORAZÓN
CONOCER LA INTIMIDAD QUE HAY EN TI   /   ¡DERRAMA TU UNCIÓN!





PRESENTACIÓN DEL TEMA
1

En noviembre del año 2014,
en nuestra pequeña comunidad,
Dios preanunciaba el Tiempo de la Misericordia que vendría.
Cuatro meses después, el Santo Padre nos sorprendió
Anunciando éste Jubileo que estamos viviendo.
Dios necesitaba despertarnos de la dormición
en que estábamos sumergidos;
Necesitaba despertarnos porque el mundo aletargó nuestros sentidos,
Nuestra soberbia, las preocupaciones, las intrigas…
¡el mismo pecado!... Han usurpado nuestro Sagrario Interior,
Lo más precioso que nos fue regalado ha sido violado
¡Nos hemos dormido!
         En éste cerco, en ésta noche vamos a procurar ir restaurando,
Dejar que Dios vaya restaurando lo que está roto y dañado.
Permitamos que el velo del Templo se corra,
Se nos revele el Rostro Misericordioso de Dios y,
La llama vuelva a re-inflamarse de Amor.
CANTO
RESTAURA NUESTRA CASA, SEÑOR! RESTAURA NUESTRA CASA, SEÑOR
BENDICIÓN, DERRAMA AQUÍ, NUESTRA CASA ¡VEN A RECONSTRUIR!
CON SEÑALES Y PRODIGIOS, HOY AQUÍ, ¡DERRAMA TU ESPÍRITU!
Restaura nuestra VIDA…. Restaura nuestra IGLESIA…




INVOCACION ESPIRITU SANTO
2

Necesitamos descubrir y contemplar
El misterio de la misericordia divina,
Ella es fuente, condición, revelación;
Es acción del amor de Dios por nosotros.
Pidamos juntos el Espíritu Santo de Dios,
Para vivir desde el Corazón mismo de Dios,
Esta Segunda noche de Cerco.

¡Ven, ven, ven. Espíritu Santo!
TRANSFORMA MI VIDA, QUIERO RENACER,
QUIERO ABANDONARME EN TI SEÑOR,
SUMERGIRME EN TU RÍO DE AMOR,
DERRIBAR LAS BARRERAS QUE HAY EN MI CORAZÓN.

Nos persignamos diciendo:
+ ¡Abre, Señor mi mente!
+ ¡Abre, Señor, mis labios!
+ ¡Abre, Señor mi corazón;
Para que pueda recibir y anunciar Tu Palabra!




FRENTE AL SANTISIMO SACRAMENTO
3

(Sólo si la celebración la estás viviendo comunitariamente delante del Santísimo Sacramento en una Iglesia o capilla.
Si estás en tu hogar recita el Salmo 23)

El Santo Padre, en la Bula que convoca al Jubileo expresa que
“la misericordia es la viga que sostiene la vida de la Iglesia” (cfr. Nº 10)
¡Y ciertamente lo es!
Esa expresión nos recuerda también a Aquel que es la Piedra Angular,
La “Piedra” que sostiene, la que apuntala, la que da cohesión.
¡el Hijo del Dios Vivo, Jesús, el centro de Todo!
¡El es el CORAZÓN de éstas noches!
El nos convoca, por Él estamos aquí!
Sí Él es el centro, a Él necesitamos dirigir la mirada.
Hacia Él tiene que estar ORIENTADOS todos nuestros sentidos.
Sí, necesitamos contemplar la misericordia divina,
Ella tiene un Rostro concreto,
es el Rostro de Aquel que no solo convoca,
Es el Rostro del que nos alcanzó la Salvación.
Hoy, querida familia, nos congregamos para mirar y admirar,
Para alabar y adorar el Rostro de la Misericordia.

Te invitamos a cantar o recitar el Salmo 23

Salmo 23
¡Portones alzad los dinteles!
Que se abran las puertas eternas,
Va a entrar el Rey de la Gloria,
Dios de la Gloria el Dios inmortal.
El Dios Altísimo, Omnipotente Rey de Gloria es Él.
Fuerte y valiente subirá el Señor de los ejércitos, Dios de Israel. ¡Portones alzad los dinteles!
Que se abran las puertas eternas,
Va a entrar el Rey de la Gloria,
Dios de la Gloria el Dios inmortal.





ORACIÓN A LOS PIES DEL SEÑOR
4
Si la celebración es comunitaria, frente al Santísimo, puestos de rodillas.
Si estamos en nuestros hogares, puestos de rodillas, podemos hacer un momento de silencio, cerrar los ojos y contemplar con el Corazón el Sagrario que acostumbramos visitar. Imaginamos que nuestro corazón está en ése lugar en éste momento y recitamos la oración
Recitamos en dos coros, Varones y mujeres, la “Oración a la misericordia divina”

Jesús, Tú que representas el rostro de la misericordia,
Llévanos por ella al encuentro con Dios nuestro Padre.

Ayúdanos a cumplir con Tu Palabra,
Que trae a nuestra vida serenidad y paz.
Guíanos en la construcción de tu Reino,
Que es fuente de amor y alegría.

Condúcenos por el camino de la esperanza,
De ser amados, a pesar de nuestras limitaciones.

Abre la puerta de la misericordia en nuestro corazón
Para que podamos experimentar tu consuelo y tu perdón.
Danos un alma sensible para atender
Las necesidades y las debilidades
De nuestros hermanos en el camino de la vida,
Por tu amor.

Tú que nos llamaste a vivir en la misericordia,
Danos tu fuerza y tu poder
Para que venzamos el rencor, el odio,
La violencia y la indiferencia.

¡Que la misericordia y la compasión de tu amor,
Sostengan nuestra vida y la de tu Iglesia!
¡Que aprendamos a vivir este año del jubileo,
A la Luz de tu Palabra,
Para contemplar tu misericordia
Y aceptarla como nuestro estilo de vida!

Para este Año Santo y por siempre,
¡Amén! ¡Amén! ¡Amén!




LITURGIA DE LA PALABRA
5

Tomamos nuestras Biblias y buscamos
De las Cartas Paulinas a los Efesios, Capítulo 2;
Versículos 4 al 10.

“Pero Dios, que es rico en misericordia,
por el gran amor con que nos amó,
precisamente cuando estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos hizo revivir con Cristo
-¡ustedes han sido salvados gratuitamente!-
y con Cristo Jesús nos resucitó y nos hizo reinar con él en el cielo.
Así, Dios ha querido demostrar a los tiempos futuros
la inmensa riqueza de su gracia por el amor que nos tiene en Cristo Jesús.
Porque ustedes han sido salvados por su gracia, mediante la fe.
Esto no proviene de ustedes,
sino que es un don de Dios;
y no es el resultado de las obras, para que nadie se gloríe.
Nosotros somos creación suya:
fuimos creados en Cristo Jesús,
a fin de realizar aquellas buenas obras,
que Dios preparó de antemano para que las practicáramos.”

Palabra de Dios.



SALMO
6

Buscamos en nuestras Biblias el Salmo 27
El salmo 27 es una plegaria urgente e intensa de David.
Su corazón tiene un solo deseo, una ambición:
Contemplar la hermosura, el rostro de Dios.
Hagamos nuestra ésta oración.

El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida,
¿ante quién temblaré?

Cuando se alzaron contra mí los malvados
para devorar mi carne,
fueron ellos, mis adversarios y enemigos,
los que tropezaron y cayeron.

Aunque acampe contra mí un ejército,
mi corazón no temerá;
aunque estalle una guerra contra mí,
no perderé la confianza.

Una sola cosa he pedido al Señor,
y esto es lo que quiero:
vivir en la Casa del Señor
todos los días de mi vida,
para gozar de la dulzura del Señor
y contemplar su Templo.

Sí, él me cobijará en su Tienda de campaña
en el momento del peligro;
me ocultará al amparo de su Carpa
y me afirmará sobre una roca.

Por eso tengo erguida mi cabeza
frente al enemigo que me hostiga;
ofreceré en su Carpa sacrificios jubilosos,
y cantaré himnos al Señor.

¡Escucha, Señor, yo te invoco en alta voz,
apiádate de mí y respóndeme!

Mi corazón sabe que dijiste:
"Busquen mi rostro".
Yo busco tu rostro, Señor,
no lo apartes de mí.

No alejes con ira a tu servidor,
tú, que eres mi ayuda;
no me dejes ni me abandones,
mi Dios y mi salvador.
Aunque mi padre y mi madre me abandonen,
el Señor me recibirá.

Indícame, Señor, tu camino
y guíame por un sendero llano,
porque tengo muchos enemigos.
No me entregues a la furia de mis adversarios,
porque se levantan contra mí testigos falsos,
hombres que respiran violencia.

Yo creo que contemplaré la bondad del Señor
en la tierra de los vivientes.
Espera en el Señor y sé fuerte;
ten valor y espera en el Señor.




G2
Escuchando al Santo Padre
7

Queridos amigos,
Muchos de nosotros andamos errantes por la vida.
Muchos de nosotros experimentamos una herida que no tiene nombre, Que es difícil identificar,
Que sólo percibimos por el vacío interior que sentimos.
Hay una herida de amor en nosotros.
Hay una penumbra que está necesitando ser bañada de Luz.
Este Cerco nos encuentra cada viernes
para hacer visible lo que invisiblemente nos perturba y nos duele.
El cerco es un espacio para que un encuentro suceda.
Un encuentro como el que tuvo Zaqueo,
Como el que experimentó María la de Magdala, o como Pedro o Juan,
El mismo Pablo de Tarso y tantos otros…
Mientras contemplamos el Rostro Misericordioso de Dios,
Escuchemos con atención

 Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios… Con la mirada fija en Jesús y en su rostro misericordioso podemos percibir el amor de la Santísima Trinidad.
La misión que Jesús ha recibido del padre ha sido la de revelar el misterio del amor divino en plenitud.
“Dios es amor” (1 Juan 4,8.16), afirma por la primera y única vez en toda la Sagrada Escritura el evangelista Juan. Este amor se ha hecho ahora visible y tangible en toda la vida de Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona y ofrece gratuitamente.
Sus relaciones con las personas que se le acercan dejan ver algo único e irrepetible.
Los signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes llevan consigo el distintivo de la misericordia. En él todo habla de misericordia. Nada en él es falto de compasión… Lo que movía a Jesús en todas las circunstancias no era sino la misericordia, con la cual leía el corazón de los interlocutores y respondía a sus necesidades más reales.”

Cantamos:
HAZ LO QUE QUIERAS CONMIGO,  Haz lo que quieras en mi,
Hoy yo te ofrezco mi vida;  Hoy yo me rindo ante Ti.

 “Jesús delante a la multitud de personas que lo seguían, viendo que estaban cansadas y extenuadas, perdidas y sin guía, sintió desde lo profundo del corazón una intensa compasión por ellas.
A causa de éste amor compasivo curó a los enfermos que les presentaban y con pocos panes y peces calmo el hambre de grandes muchedumbres.
Cuando encontró a la viuda de Naím, que llevaba su único hijo al sepulcro, sintió gran compasión por el inmenso dolor de la madre en lágrimas y le devolvió a su hijo resucitándolo de la muerte…
Cantamos
HAZ LO QUE QUIERAS CONMIGO,  Haz lo que quieras en mi,
Hoy yo te ofrezco mi vida;  Hoy yo me rindo ante Ti.

“También la vocación de Mateo se coloca en el horizonte de la misericordia.
Pasando delante del banco de los impuestos, los ojos de Jesús se posan sobre los de Mateo.
Era una mirada cargada de misericordia que perdonaba los pecados de aquel hombre y, venciendo la resistencia de los otros discípulos, lo escoge a él, el pecador y publicano, para que sea uno de los Doce. San Beda el Venerable, comentando esta escena del evangelio escribió que Jesús “lo miró con misericordia y lo eligió” . Siempre me ha cautivado esta expresión, tanto que quise hacerla mi propio lema”

Cantamos:
HAZ LO QUE QUIERAS CONMIGO,  Haz lo que quieras en mi,
Hoy yo te ofrezco mi vida;  Hoy yo me rindo ante Ti.






INTENCIONES
8

A cada intención respondemos:
¡Ayúdanos a ser compasivos y misericordiosos como Jesús!


·        Acompaña al Papa Francisco en su misión de anunciar y revelar el misterio del amor, proclamado por Jesús. Oremos…
·        Ilumina a la Iglesia para que cada día demuestre, con su actuar, la riqueza del amor, manifestado en Cristo Jesús. Oremos…
·        Haz que podamos descubrir en nuestros hermanos el rostro sufriente de Jesús. Oremos…
·        Te pedimos que nos ayudes a ser compasivos con nuestros hermanos que sufren, están desamparados y son excluidos de las riquezas de éste mundo. Oremos…
·        Ayúdanos a enfrentar, con paciencia y fortaleza, el camino de la enfermedad que nos doblega el espíritu y el cuerpo, cuando afecta nuestras vidas. Oremos…
·        Enséñanos a ser solidarios con todos nuestros hermanos que están pasando por momentos de dolor; convierte nuestra indiferencia, que es otra cara silenciosa de la violencia. Oremos…




G2
ENSEÑANZA
Obras de Misericordia
9

Enseñanza referida a OBRAS DE MISERICORDIA:

¿Qué son las obras de misericordia?

Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales. Instruir, aconsejar, consolar, confortar, son obras espirituales de misericordia, como también lo son perdonar y sufrir con paciencia. Las obras de misericordia corporales consisten especialmente en dar de comer al hambriento, dar techo a quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los presos, enterrar a los muertos). Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna; es también una práctica de justicia que agrada a Dios. Catecismo de la Iglesia Católica, 2447

Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina.

La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos. Redescubramos las obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las obras de misericordia espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos. Papa Francisco, Bula Misericordiae Vultus.


Esta semana procuraremos vivir particularmente dos:

DAR DE BEBER AL SEDIENTO
Junto con “Dar de comer al hambriento” se complementan y se refieren a la ayuda que debemos procurar en alimento y otros bienes a los más necesitados, a aquellos que no tienen lo indispensable para poder comer cada día.

Jesús, según recoge el evangelio de san Lucas recomienda: «El que tenga dos túnicas que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer que haga lo mismo» (Lc 3, 11).

DAR BUEN CONSEJO AL QUE LO NECESITA
Uno de los dones del espíritu Santo es el don de consejo. Por ello, quien pretenda dar un buen consejo debe, primeramente, estar en sintonía con Dios, ya que no se trata de dar opiniones personales, sino de aconsejar bien al necesitado de guía.



G1
CORONILLA a Jesús Misericordioso  
10

Escribía Santa Faustina:

“Alienta a las personas a decir la coronilla que te he dado…
Quien la recite recibirá gran misericordia a la hora de la muerte.
Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en mi misericordia…”

Presenta en el silencio de tu corazón tus intenciones

CORONILLA DE LA MISERICORDIA

Al comenzar:

PADRE NUESTRO…
AVEMARIA…
CREDO…
CUENTAS GRANDES
Padre eterno, te ofrezco el cuerpo
La sangre, el alma y la divinidad
De tu amadísimo Hijo
Nuestro Señor Jesucristo,
Para el perdón de nuestros pecados
Y los del mundo entero.
CUENTAS PEQUEÑAS
POR SU DOLOROSA PASIÓN,
Ten misericordia de nosotros y del mundo entero
Al finalizar las CINCO DECENAS
Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de nosotros
Y del mundo entero

ORACIÓN FINAL (Celebrante)
“Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús
Como fuente de misericordia para nosotros, en ti confío”





Oración de Protección
11

La Tradición nos enseña que San Miguel
preside el culto de adoración que se rinde al Altísimo y,
ofrece a Dios, las oraciones de los fieles
simbolizadas por el incienso que se eleva ante el altar.
La liturgia nos presenta a San Miguel
Como el que lleva el incienso que se eleva ante el altar.
El que está de pie ante el altar como nuestro intercesor.
El portador de las oraciones de la Iglesia ante el Trono de Dios.
A Él invocamos respondiendo RUEGA POR NOSOTROS!

- San Miguel,                                RUEGA POR NOSOTROS
- Perfecto adorador de Dios,
- Modelo de pronta obediencia,
- Leal servidor de Dios,

- Primer defensor de la fe,
- Primer testigo de Dios,
- Primer defensor de la justicia,

- Abogado nuestro,
- Justiciero de Dios,
- Espada de Dios,

- Defensor de los hijos de Dios,
- Esperanza de los combatientes,
- Intrépido soldado de Dios,
- Liberador de los oprimidos,

- Tú, a quien la Iglesia implora en nuestra última hora,
- Tú, cuya potente voz despertará a los muertos,
- Introductor de las almas al cielo,

Oremos
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén








Oración Año Jubilar
12

Recemos en dos coros, mujeres y varones,
La oración que el Santo Padre Francisco nos ha propuesto
Para éste año de la misericordia.
·        Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.
·        Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios!
·        Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.
·        Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.
·        Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.
·        Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.




ORACION FINAL
13


Señor del perdón,
Que nos enviaste a tu Hijo único, Jesús,
Para que conozcamos el Camino, la Verdad y la Vida,
Te pedimos que nunca nos apartemos de la senda
Que nos conduce a tu divina misericordia.
Haz que por sus méritos podamos alcanzar la felicidad
Y la vida eterna,
Junto a todos tus hijos en el Reino de los Cielos.
A Ti, que vives y reinas, por los siglos de los siglos.
Amén.




Despedida
14

Querida Familia de Dios,
Termina la noche, comienza nuestro peregrinar!
Después de contemplar el Rostro de la Misericordia
debemos poner en acción lo que Dios inspiró y despertó en nuestro interior.
Es tiempo de vivir esta semana dos nuevas obras:
Dar de Beber al sediento;
Dar Buen Consejo al que lo necesita.
Que podamos hacerlo de la mano de María Santísima,
Madre de la misericordia.


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