viernes, 26 de febrero de 2016

CERCO DE LA MISERICORDIA - III Noche - Abrazar, acoger, perdonar es nuestra alegría


CERCO DE LA MISERICORDIA
COMUNIDAD PIEDRAS VIVAS
Parroquia San Miguel Arcángel


¡Paz y Bien, Familia!

Un nuevo viernes nos encuentra reunidos en el Nombre Santo de Jesús para vivir la “tercer noche” de lo que hemos llamado “Cerco de la Misericordia” Estamos ya encontrando el ritmo de los pasos a seguir, estamos percibiendo cómo caminar y hacia dónde caminamos.
¡Vamos hacia un Corazón abierto de Amor!
Nos dirigimos y nos sumergimos en unas Llagas de Infinita Misericordia!
Marchamos hacia unos Brazos Poderosos que, abiertos de par en par, nos aguardan para abrazarnos con ternura, serenamente, con vigor, llenos de perdón, desbordantes de alegría.

¿Van a vivir éste tiempo en Familia? ¿Sólo en Familia?
Esta noche estaremos meditando dos nuevas “obras de misericordia”.
Dar “posada” al peregrino.
Corregir al que está equivocado.

Les invitamos a efectuar ésta noche del Cerco mirando y buscando alrededor de ustedes, -familiar cercano, amigo, vecino, compañero de trabajo…- que, necesitado de “posada”, esté viviendo sin el abrigo de un abrazo.
Les “invitamos a invitar” para hacer esta TERCER NOCHE DE CERCO no solo un tiempo de encuentro con Jesús sino también una noche de encuentro con “los hermanos”.

Y como siempre sugerimos “preparar en el corazón del hogar” un espacio oracional.
Recuerden que somos un todo, una unidad, por eso, para que todo nuestro ser “comprenda desde lo más exterior” que éste momento es “especial” les invitamos a preparar con esmero un “espacio oracional”

Procuren hoy y siempre que en el centro del “altar familiar” LA PALABRA sea la que precida.

Busquen una vela, -Jesús es la Luz que todo lo penetra!- y que ella, encendida, les recuerde la presencia silenciosa de Él que arde de Amor por cada uno.
Sería oportuno disponer de un ícono de Jesús Misericordioso y no olviden tener a mano el Rosario;
Cuando lo exterior este listo, entren silenciosamente en ése lugar sellado con el agua bautismal… ¡nuestro sagrario interior!

¡Dios Bendiga este Cerco!
¡Lluvia de Gracias, querida Familia Piedras Vivas!


ABRAZAR, ACOGER, PERDONAR ES NUESTRA ALEGRIA!
Dar posada al peregrino.
Corregir al que se equivoca

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GUÍA Noche 3
BIENVENIDA

En nuestro hemisferio sur, la llamada “corriente del Niño”
Ha generado grandes y poderosas tormentas.
Asistimos impresionados a lluvias torrenciales pocas veces vista;
Nos sorprendemos con vientos huracanados,
Con portentosos estruendos en los cielos…
¡Cuantos fénomenos de otro orden,
-pero tan destructivos como ése “niño”,-
están tocando nuestros matrimonios, nuestras familias…
Cuantos fenómenos poderosos están destruyendo nuestro futuro,
Nuestros hijos.
En esta noche con olor a Hogar, a casa de familia,
queremos pedir a Dios Padre Misericordioso
Nos abrigue con su ABRAZO.
Necesitamos ser protegidos de las tormentosas noches de la vida.
Necesitamos del Abrazo tierno,
Del abrazo incondicional,
De Su abrazo de Padre Fiel.
        Llenos de esperanza
Como Familia en el Corazón de Dios, iniciemos esta noche
Alegrándonos con el canto…

CANTO
TE ABRO LAS PUERTAS DE MI CORAZÓN, TE DOY LIBRE ACCESO, SEÑOR!
TE ABRO LAS PUERTAS DE MI CORAZÓN, TE DOY LIBRE ACCESO, SEÑOR!
PUES CON TU BRAZO FUERTE, REALIZAS PRODIGIOS,
PUES CON TU BRAZO FUERTE, SENOR,
ME LEVANTAS DEL SUELO!



G3
PRESENTACIÓN DEL TEMA
1

Esta noche, queremos vivir la experiencia del ABRAZO.
Somos hombres y mujeres
necesitados, dolidos y adormecidos en áreas de nuestras vidas.
Somos hombres y mujeres necesitados del abrazo reparador de Jesús.
Los abrazos de Dios tienen ROSTROS CONCRETOS.
Los abrazos de Dios revisten formas variadas.
Los abrazos de Dios tienen sabor a TERNURA,
Son ABRAZOS que nos hablan de INCONDICIONALIDAD,
Hay ABRAZOS DE DIOS que son como los de papá: PROTEGEN,
Lo real es que Dios ABRAZA nuestras vidas.
Y Su ABRAZO CONTIENE TODO LO QUE NECESITAMOS.
En la noche vamos a contemplar una PARABOLA que RESUME EN UN ABRAZO TODOS LOS ABRAZOS,
Es la Parábola del HIJO PRODIGO.
Un Padre que ABRAZA CON TERNURA,
UN ABRAZO DE PADRE QUE NO CONDENA,
UN ABRAZO QUE CONTIENE,
UN ABRAZO DE PADRE QUE RESTAURA.
UN ABRAZO QUE PERDONA.
¿Oramos cantando?
CANTO
YO PENSÉ QUE PODÍA VIVIR, POR MI MISMO
YO PENSÉ QUE LAS COSAS DEL MUNDO, NO ME IRÍAN A DERRIBAR.
EL ORGULLO SE HIZO PARTE DE MI SER,
Y EL PECADO DEVASTO MI VIVIR.
DIJE, “PADRE, DAME TODO LO QUE ES MÍO”
LA PARTE QUE ME TOCA, POR HERENCIA”
FUI AL MUNDO, LO GASTÉ TODO. ME QUEDÓ SOLO PECADO.
AHORA SÉ QUE NADA TENGO. TODO ES DEL PADRE.
TODO ES DEL PADRE, TODA HONRA Y TODA GLORIA
DE ÉL ES LA VICTORIA, ALCANZADA EN MI VIDA.
TODO ES DEL PADRE,
SI SOY FRAGIL, PECADOR,
MAS FUERTE ES MI SEÑOR, QUE ME CURA POR AMOR.



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INVOCACION ESPIRITU SANTO
2


Padre del Cielo,
necesitamos y queremos ser FORTALECIDOS,
Te pedimos ESPÍRITU SANTO.
Te pedimos nos ENCIENDAS,
Te pedimos nos ABRACES FUERTE COM TU ESPÍRITU

¡Ven, ven, ven. Espíritu Santo!
TRANSFORMA MI VIDA, QUIERO RENACER,
QUIERO ABANDONARME EN TI SEÑOR,
SUMERGIRME EN TU RÍO DE AMOR,
DERRIBAR LAS BARRERAS QUE HAY EN MI CORAZÓN.

Nos persignamos diciendo:
+ ¡Abre, Señor mi mente!
+ ¡Abre, Señor, mis labios!
+ ¡Abre, Señor mi corazón;
Para que pueda recibir y anunciar Tu Palabra!

El Padre o Madre de Familia que preside:

Mis queridos,
El Corazón de Dios desborda de alegría por nosotros.
Somos una parte grande, importante del Cuerpo Vivo de Cristo.
Somos la porción que camina en éstas tierras.
Somos hijos de María de Guadalupe,
Estamos aquí esperando oír, ver, contemplar al Dios Vivo.
Tenemos la certeza que esto ASÍ SUCEDERÁ.
Así aconteció con los nuestros, con nuestros antepasados,
Con nuestros padres, con nuestros abuelos…
Un día el Dios Vivo que está en medio nuestro
les ha mirado a los ojos y los ha consagrado,
HOY QUIERE HACER LO MISMO CON NOSOTROS.
Abrazarnos y santificarnos.
¡que encontremos en la noche familiar aquello que nuestra vida necesita!

 
Adulto mayor
¿Queridos, ustedes qué vienen a Buscar?
Familia
SER ABRAZADOS POR LA MISERICORDIA DE DIOS.

Adulto mayor
¿Están dispuestos a ser incendiados, dejando que el AMOR DE DIOS QUEME la raíz de la soberbia y la avaricia?
Familia
Sí, ESTOY DISPUESTO, LO QUIERO Y LO DESEO!.
Adulto mayor
¿Están dispuestos a dejarse consumir en el FUEGO QUE PURIFICA LA RAÍZ DE LA IRA Y LA LUJURIA?
Familia
Sí, ESTOY DISPUESTO, LO QUIERO Y LO DESEO!.
Adulto mayor
¿Están decididos a dejarse PURIFICAR por el Fuego que quebranta toda raíz de EGOÍSMO Y PEREZA?
Familia
Sí, ESTOY DECIDIDO, LO QUIERO Y LO DESEO!.
Adulto mayor
A una sola voz digamos todos juntos:
FAMILIA
Dios, Padre nuestro,
que sigues creyendo y confiando en nosotros,
en nuestra bondad,
en nuestra capacidad de reacción,
en la posibilidad de nuestra conversión,
ayúdanos a reconocernos pecadores ante Ti;
nos ponemos en tus manos misericordiosas
para que derrames sobre nosotros la gracia del perdón
y podamos gozar, así,
de una comunión más plena contigo y con la Iglesia.
Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.




G3
FRENTE AL SANTISIMO SACRAMENTO
3

(Sólo si la celebración la estás viviendo comunitariamente delante del Santísimo Sacramento en una Iglesia o capilla te invitamos a cantar…

Quiero alabarte sin parar todos los días,
Que tu presencia sea el anhelo de mi vida.
Yo quiero hacer tu voluntad Señor, yo te quiero agradar,
Yo quiero darte siempre el primer lugar.
SI TU ERES EL REY, EL REY DE MI VIDA;
EL NÚMERO UNO EN MI CORAZÓN,
A TI YO TE RINDO TODO LO QUE SOY

Si estás en tu hogar recita el Salmo 23

El Santo Padre, en la Bula que convoca al Jubileo expresa que
“la misericordia es la viga que sostiene la vida de la Iglesia” (cfr. Nº 10)
¡Y ciertamente lo es!
Esa expresión nos recuerda también a Aquel que es la Piedra Angular,
La “Piedra” que sostiene, la que apuntala, la que da cohesión.
¡el Hijo del Dios Vivo, Jesús, el centro de Todo!
¡El es el CORAZÓN de éstas noches!
El nos convoca, por Él estamos aquí!
Sí Él es el centro, a Él necesitamos dirigir la mirada.
Hacia Él tiene que estar ORIENTADOS todos nuestros sentidos.
Sí, necesitamos contemplar la misericordia divina,
Ella tiene un Rostro concreto,
es el Rostro de Aquel que no solo convoca,
Es el Rostro del que nos alcanzó la Salvación.
Hoy, querida familia, nos congregamos para mirar y admirar,
Para alabar y adorar el Rostro de la Misericordia.

Te invitamos a cantar o recitar el Salmo 23

Salmo 23
¡Portones alzad los dinteles!
Que se abran las puertas eternas,
Va a entrar el Rey de la Gloria,
Dios de la Gloria el Dios inmortal.
El Dios Altísimo, Omnipotente Rey de Gloria es Él.
Fuerte y valiente subirá el Señor de los ejércitos, Dios de Israel. ¡Portones alzad los dinteles!
Que se abran las puertas eternas,
Va a entrar el Rey de la Gloria,
Dios de la Gloria el Dios inmortal.




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ORACIÓN A LOS PIES DEL SEÑOR
4
Si la celebración es comunitaria, frente al Santísimo, puestos de rodillas.
Si estamos en nuestros hogares, puestos de rodillas, podemos hacer un momento de silencio, cerrar los ojos y contemplar con el Corazón el Sagrario que acostumbramos visitar. Imaginamos que nuestro corazón está en ése lugar en éste momento y recitamos la oración
Recitamos en dos coros, Varones y mujeres, la “Oración a la misericordia divina”

Jesús, Tú que representas el rostro de la misericordia,
Llévanos por ella al encuentro con Dios nuestro Padre.

Ayúdanos a cumplir con Tu Palabra,
Que trae a nuestra vida serenidad y paz.
Guíanos en la construcción de tu Reino,
Que es fuente de amor y alegría.

Condúcenos por el camino de la esperanza,
De ser amados, a pesar de nuestras limitaciones.

Abre la puerta de la misericordia en nuestro corazón
Para que podamos experimentar tu consuelo y tu perdón.
Danos un alma sensible para atender
Las necesidades y las debilidades
De nuestros hermanos en el camino de la vida,
Por tu amor.

Tú que nos llamaste a vivir en la misericordia,
Danos tu fuerza y tu poder
Para que venzamos el rencor, el odio,
La violencia y la indiferencia.

¡Que la misericordia y la compasión de tu amor,
Sostengan nuestra vida y la de tu Iglesia!
¡Que aprendamos a vivir este año del jubileo,
A la Luz de tu Palabra,
Para contemplar tu misericordia
Y aceptarla como nuestro estilo de vida!

Para este Año Santo y por siempre,
¡Amén! ¡Amén! ¡Amén!



G3
LITURGIA DE LA PALABRA
5

Tomamos nuestras Biblias y buscamos
Del evangelio de San Lucas, Capítulo 15;
Versículos 11 al 32
LUCAS, CAPITULO 15, VERSÍCULOS 11 AL 32
La parábola que será proclamada es uno de los textos más hermosos
y más conocidos del Evangelio.
Ella quiere reflejar y representar el gran amor de Dios
ante el arrepentimiento humano.
Ella denuncia claramente también nuestra tacañería
al negar el perdón al hermano.

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas:

“Jesús dijo también: «Un hombre tenía dos hijos.
El menor de ellos dijo a su padre: "Padre, dame la parte de herencia que me corresponde". Y el padre les repartió sus bienes.
Pocos días después, el hijo menor recogió todo lo que tenía y se fue a un país lejano, donde malgastó sus bienes en una vida licenciosa.
Ya había gastado todo, cuando sobrevino mucha miseria en aquel país, y comenzó a sufrir privaciones.
Entonces se puso al servicio de uno de los habitantes de esa región, que lo envió a su campo para cuidar cerdos.
El hubiera deseado calmar su hambre con las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba.
Entonces recapacitó y dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí muriéndome de hambre!". Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: "Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros".
Entonces partió y volvió a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente, corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó.
El joven le dijo: "Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo".
Pero el padre dijo a sus servidores: "Traigan enseguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies.
Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado". Y comenzó la fiesta.
El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, ya cerca de la casa, oyó la música y los coros que acompañaban la danza.
Y llamando a uno de los sirvientes, le preguntó que significaba eso. El le respondió: "Tu hermano ha regresado, y tu padre hizo matar el ternero y engordado, porque lo ha recobrado sano y salvo". El se enojó y no quiso entrar. Su padre salió para rogarle que entrara, pero él le respondió: "Hace tantos años que te sirvo sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y nunca me diste un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos.
¡Y ahora que ese hijo tuyo ha vuelto, después de haber gastado tus bienes con mujeres, haces matar para él el ternero engordado!". Pero el padre le dijo: "Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo.
Es justo que haya fiesta y alegría, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado"»

Palabra de Dios.


G3
SALMO
6

Buscamos en nuestras Biblias el Salmo 31
Del Antiguo Testamento, tomamos el libro de los salmos.
Y buscamos el SALMO 31.
La ALEGRÍA DEL PERDON –del ABRAZO-
Implica LA CONCIENCIA DEL PECADO

Dichoso el que está absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor
no le apunta el delito.

Mientras callé se consumían mis huesos,
rugiendo todo el día,
porque día y noche tu mano
pesaba sobre mí;
mi savia se había vuelto un fruto seco.

Había pecado, lo reconocí,
no te encubrí mi delito;
propuse: «confesaré al Señor mi culpa»,
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.

Por eso, que todo fiel te suplique
en el momento de la desgracia:
la crecida de las aguas caudalosas
no lo alcanzará.

Tú eres mi refugio, me libras del peligro,
me rodeas de cantos de liberación.

Te instruiré y te enseñaré el camino que has de seguir,
fijaré en ti mis ojos.
No seáis irracionales como caballos y mulos,
cuyo brío hay que domar con freno y brida;
si no, no puedes acercarte.

Los malvados sufren muchas penas;
al que confía en el Señor,
la misericordia lo rodea.

Alegraos, justos, y gozad con el Señor;
aclamadlo, los de corazón sincero.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era un principio ahora y siempre
Por los siglos de los siglos. Amén.





G3
Escuchando al Santo Padre
7

Queridos amigos,
Así como la noche cobija la naturaleza, Todo lo creado;
Así la Presencia Viva de Jesús quiere cobijar,
Abrazar nuestras vidas.
Este momento es un momento de GRACIA,
De grandes GRACIAS!
No hay cosa más grande, más bella, más pura bajo las estrellas,
En éste mundo que nos rodea QUE LA PRESENCIA VIVA DE JESUS.
El está aquí esperando HACER SU OBRA.
Mientras le contemplamos… Él nos contempla.
Mientras le suplicamos… Él nos escucha…
Mientras callamos…. Él NOS HABLA…
Mientras contemplamos el Rostro Misericordioso de Dios,
Escuchemos con atención

 Es triste constatar como la experiencia del perdón en nuestra cultura se desvanece cada vez más.
Incluso la palabra misma en algunos momentos parece evaporarse.
Sin el testimonio del perdón, sin embargo, queda solo una vida infecunda y estéril, como si se viviese en un desierto desolado.
Ha llegado de nuevo para la Iglesia el tiempo de encargarse del anuncio alegre del perdón. Es el tiempo de retomar a lo esencial para hacernos cargo de las debilidades y las dificultades de nuestros hermanos. El perdón es una fuerza que resucita a una vida nueva e infunde el valor para mirar el futuro con esperanza (MV10)

En las parábolas dedicadas a la misericordia, Jesús revela la naturaleza de Dios como la de un Padre que jamás se da por vencido hasta tanto no haya disuelto el pecado y superado el rechazo con la compasión y la misericordia. Conocemos estas parábolas; tres en particular: la de la oveja perdida y de la moneda extraviada, y la del padre y los dos hijos (cfr. Lc 15, 1-32) En éstas parábolas, Dios es presentado siempre lleno de alegría, sobre todo cuando perdona. En ellas encontramos el núcleo del evangelio y de nuestra fe, porque la misericordia se muestra como la fuerza que todo vence, que llena de amor el corazón y que consuela con el perdón.  
    
Cantamos:
ACEPTAME COMO OFRENDA DE AMOR,
COMO UN SACRIFICIO AGRADABLE EN TU HONOR;
GRATO PERFUME, YO QUIERO SER SEÑOR!
Tal como soy Señor, sin nada que ofrecer más que mi canción,
No tengo más que darte pues todo es Tuyo, Señor!
Tal como soy Señor, sin nada que entregar, más que el corazón,
Me rindo todo a Ti, tómame, Señor! Tal como soy.

 Es triste constatar como la experiencia del perdón en nuestra cultura se desvanece cada vez más.
Incluso la palabra misma en algunos momentos parece evaporarse.
Sin el testimonio del perdón, sin embargo, queda solo una vida infecunda y estéril, como si se viviese en un desierto desolado.
Ha llegado de nuevo para la Iglesia el tiempo de encargarse del anuncio alegre del perdón. Es el tiempo de retomar a lo esencial para hacernos cargo de las debilidades y las dificultades de nuestros hermanos. El perdón es una fuerza que resucita a una vida nueva e infunde el valor para mirar el futuro con esperanza (MV10)

En las parábolas dedicadas a la misericordia, Jesús revela la naturaleza de Dios como la de un Padre que jamás se da por vencido hasta tanto no haya disuelto el pecado y superado el rechazo con la compasión y la misericordia.Conocemos estas parábolas; tres en particular: la de la oveja perdida y de la moneda extraviada, y la del padre y los dos hijos (cfr. Lc 15, 1-32) En éstas parábolas, Dios es presentado siempre lleno de alegría, sobre todo cuando perdona. En ellas encontramos el núcleo del evangelio y de nuestra fe, porque la misericordia se muestra como la fuerza que todo vence, que llena de amor el corazón y que consuela con el perdón.

Cantamos
ACEPTAME COMO OFRENDA DE AMOR…

De otra parábola, además, podemos extraer una enseñanza para nuestro estilo de vida cristiano. Provocado por la pregunta de Pedro acerca de cuántas veces fuese necesario perdonar, Jesús responde: “No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete” Mt 18,22 y pronunció la parábola del “siervo despiadado” (Mt. 18,35) Y Jesús concluye: “lo mismo hará también el Padre celestial con ustedes, sino perdonan de corazón a sus hermanos”. (Mv 9)

Jesús afirma que la misericordia no es solo el obrar del Padre, sino que ella, además se convierte en el criterio para saber quiénes son realmente sus hijos. Así entonces, estamos llamados a vivir de misericordia, porque a nosotros en primer lugar se nos ha aplicado misericordia… ¡Cómo es difícil muchas veces perdonar! Sin embargo, el perdón es el instrumento puesto en nuestras frágiles manos para alcanzar la serenidad del corazón. Dejar caer el rencor, la rabia, la violencia y la venganza son condiciones necesarias para vivir felices. La palabra del perdón puede llegar a todos la y la llamada a experimentar la misericordia no debe dejar a ninguno indiferente. Mi invitación a la conversión se dirige con mayor insistencia a aquellas personas que se encuentran lejanas de la gracia de Dios debido a su conducta de vida (MV19)

Cantamos:
ACEPTAME COMO OFRENDA DE AMOR…

Muchas personas están volviendo a acercarse al sacramento de la reconciliación, y entre ellas muchos jóvenes, quienes en una experiencia semejante suelen reencontrar el camino para volver al Señor, para vivir un momento de intensa oración y redescubrir el sentido de la propia vida. De nuevo ponemos convencidos en el centro el sacramento de la reconciliación, porque nos permite experimentar en carne propia la grandeza de la misericordia. Será para cada penitente fuente de verdadera paz interior (MV 17)




G3
INTENCIONES
8

A cada intención respondemos:
¡Señor de la Compasión, ayúdanos a perdonar de corazón!

·        Acompaña y bendice al papa Francisco, quien, con sus gestos significativos, nos transmite continuamente la alegría del perdón. Oremos…
·        Que la Iglesia sea como un “hospital de campaña” donde todos puedan acudir en busca de consuelo y perdón. Oremos…
·        Te rogamos por los que nos han dañado, para que sepamos comprenderlos, aceptarlos y perdonarlos. Oremos…
·        Haz que nos perdonemos y perdonemos a nuestros hermanos las veces que sea necesario para que podamos crecer en el amor, en la esperanza y en la fe. Oremos…
·        Te pedimos perdón por nuestras indiferencias, nuestra cólera y violencia, nuestros rencores y venganzas y por todas nuestras debilidades, limitaciones y cobardías, para que Tu Espíritu Misericordioso las transforme en bálsamo de misericordia para los demás. Oremos…
·        Ayúdanos a transformar nuestras debilidades en fortalezas y a salir adelante en las dificultades en nuestro caminar por la vida. Oremos…




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ENSEÑANZA
Obras de Misericordia
9

Enseñanza referida a OBRAS DE MISERICORDIA:

El Papa nos invita a vivir las obras de misericordia: siete materiales y siete espirituales

El Papa Francisco nos ha anunciado una buena noticia: el Año de la Misericordia. Afirma el Papa que Jesús es el rostro de la misericordia de Dios Padre. Lo es con sus palabras, con sus gestos, con toda su persona. Más aún, el Santo Padre nos invita a experimentar en nuestra vida lo mismo que le aconteció al apóstol Mateo: miserando atque eligendo (“Le miró con misericordia y lo eligió”). Es también lo que expresó la Virgen en el Canto del Magníficat y es, igualmente, el lema elegido por el Papa en su Pontificado. Hagámoslo nuestro.

¿Por qué tenemos que vivir la misericordia? Porque estamos llamados, como Jesús y María, a ser signos visibles de lo que Dios es en sí mismo: Amor y Misericordia. Y porque, como afirma el Papa, la misericordia es fuente de alegría, de serenidad y de paz. La misericordia sabe perdonar todo y va más allá de la mera justicia. En otras palabras: el misericordioso, trata a los demás como Dios nos trata a cada uno. Por eso rezamos en el Padre Nuestro que perdonamos como Dios nos perdona. Y, añadimos, amamos como Dios nos ama, y somos misericordiosos como Dios lo es con cada uno de nosotros.

Las catorce obras de misericordia

¿Cómo podemos concretar la misericordia en nuestra vida cotidiana? El Papa nos invita a vivir las obras de misericordia: siete materiales y siete espirituales. Las recordamos, porque son todo un programa existencial.
Comenzamos por las materiales: dar de comer al hambriento; dar de beber al sediento; vestir al desnudo; acoger al forastero; curar enfermos; visitar y redimir presos; y enterrar a los muertos.

Las obras espirituales son: dar consejo al que lo necesita; enseñar al que no sabe; corregir al que yerra; consolar al triste; perdonar las ofensas; soportar con paciencia las molestias de la vida y a los molestos; y rogar a Dios por los vivos y los difuntos.
En definitiva, al final, se nos va a juzgar por cómo hemos practicado las catorce obras de misericordia (Mt 25, 31-46): “Lo que hicisteis con uno de éstos, lo hicisteis conmigo”, nos dirá el Señor. En nuestros días, no nos olvidemos de visitar y atender especialmente a los enfermos y ancianos.

¿Qué sentido tienen las obras de misericordia? Si abrimos el Catecismo de la Iglesia (nn. 2447-2448), se afirma que, bajo sus múltiples formas, son las maneras de atender “las miserias humanas”, signo de la debilidad física y moral humana, muchas veces fruto de los pecados.

Las obras de misericordia tienen su fuente en la misma actitud misericordiosa de Jesucristo, que quiso cargar sobre sí las miserias humanas e identificarse con “los más pequeños de sus hermanos”. Más en concreto, la atención a los más necesitados, mediante las obras de misericordia, se inspiran en las bienaventuranzas, en la pobreza y misericordia de Jesús mismo y en sus manifestaciones hacia los necesitados. De ahí, que los oprimidos por cualquier miseria sean objeto de amor preferencial por parte de la Iglesia. A pesar de los fallos y pecados de muchos de sus miembros, la Iglesia siempre ha estado al lado de los necesitados para aliviarlos, defenderlos y liberarlos.

La Biblia, en el Antiguo Testamento, ya ofrece una serie de medidas jurídicas para aliviar las miserias y la pobreza: así, el año jubilar, la prohibición de préstamos a interés alto, la retención de los salarios, la obligación de compartir los diezmos, etc. Hay que abrir siempre la mano al indigente (Dt 15,11). Dios bendice a quienes ayudan a los pobres y reprueba a quienes se niegan a hacerlo.

Dos notas importantes: por un lado, es verdad que la Iglesia ha sintetizado en “catorce” las obras de misericordia, pero no es un número cerrado. Hay otras miserias que podemos encontrar en los caminos de la vida y en la humanidad de hoy. Por otro lado, en el tema que nos ocupa, más que “hacer”, hay que “ser”: no basta hacer obras de misericordia; hay que ser misericordiosos. A veces, podemos hacer poco, pero nada nos impide tener un corazón misericordioso.

Esta semana procuraremos vivir particularmente dos:

CORREGIR AL QUE ESTA EQUIVOCADO

La corrección fraterna es una obra de misericordia, realizada con humildad, con cierto sentido del humor y desde la caridad. Conscientes de que no somos infalibles y de que nosotros también nos equivocamos. No seamos hipócritas, como nos advierte el evangelio, de querer sacar la paja del ojo ajeno y no ver la viga en el nuestro.

DAR POSADA (acoger) al PEREGRINO

No es fácil hoy. Tenemos muchos prejuicios y experiencias reales negativas. Tenemos miedo a que nos quiten o mermen nuestros derechos como ciudadanos “de primera”. El Padre Dios nos recuerda que todos tenemos la misma dignidad de hijos y que todos somos hermanos en Jesucristo. ¡El forastero es mi hermano!



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CORONILLA a Jesús Misericordioso  
10

Escribía Santa Faustina:

“Alienta a las personas a decir la coronilla que te he dado…
Quien la recite recibirá gran misericordia a la hora de la muerte.
Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en mi misericordia…”

Presenta en el silencio de tu corazón tus intenciones

CORONILLA DE LA MISERICORDIA

Al comenzar:

PADRE NUESTRO…
AVEMARIA…
CREDO…
CUENTAS GRANDES
Padre eterno, te ofrezco el cuerpo
La sangre, el alma y la divinidad
De tu amadísimo Hijo
Nuestro Señor Jesucristo,
Para el perdón de nuestros pecados
Y los del mundo entero.
CUENTAS PEQUEÑAS
POR SU DOLOROSA PASIÓN,
Ten misericordia de nosotros y del mundo entero
Al finalizar las CINCO DECENAS
Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de nosotros
Y del mundo entero

ORACIÓN FINAL (Celebrante)
“Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús
Como fuente de misericordia para nosotros, en ti confío”




G3
Oración de Protección
11

Habiendo implorado la Misericordia Divina,
Pidamos ahora que la Preciosa Sangre de Jesús
Nos cubra, nos guarde y nos libere de todo mal.
REZANDO TODOS JUNTOS la ORACIÓ A LA SANGRE DE JESÚS.
Invitamos a los que puedan hacerlo,
PONERSE DE RODILLAS.

·       Señor Jesús, en tu nombre y con el poder de tu sangre preciosa sellamos toda persona, hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño.
·       Con el poder de la sangre de Jesús sellamos toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno, y en el mundo en el cual nos movemos hoy.
·       Con el poder de la sangre de Jesús rompemos toda interferencia y acción del maligno. Te pedimos Jesús que envíes a nuestros Hogares y lugares de trabajo a la Santísima Virgen acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael y toda su corte de Santos Ángeles.
·       Con el poder de la sangre de Jesús sellamos nuestra casa, todos los que la habitan, las personas que el Señor enviará a ella, así como los alimentos y los bienes que él generosamente nos envía para nuestro sustento.
·       Con el poder de la sangre de Jesús sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, paredes, pisos y el aire que respiramos, y en fe colocamos un círculo de su sangre alrededor de toda nuestra familia.
·       Con el poder de la sangre de Jesús sellamos los lugares en donde vamos a estar este día, y las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar.
·       Con el poder de la sangre de Jesús  sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los negocios de toda nuestra familia, y los vehículos, las carreteras, los aires, las vías y cualquier medio de transporte que habremos de utilizar.
·       Con tu sangre preciosa sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes y dirigentes de nuestra patria a fin de que tu paz y tu corazón al fin reinen en ella. Amén                             







G3
Oración Año Jubilar
12

Recemos en dos coros, mujeres y varones,
La oración que el Santo Padre Francisco nos ha propuesto
Para éste año de la misericordia.
  • ·     Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.
  • ·     Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios!
  • ·       Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.
  • ·       Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.
  • ·       Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.
  • ·      Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.




G3
ORACION FINAL
13


Señor del perdón y la misericordia,
Te pedimos que nos ayudes a vivir una vida nueva,
Transformadora de los límites que nos empequeñecen como personas.
Que vivamos la experiencia de perdonarnos y perdonar.
Que aprendamos a perdonar siete veces siete,
Como lo hizo Tu Hijo, Jesús,
¡Señor del perdón y la misericordia, ayúdanos a ser un bálsamo de la misericordia para nuestros hermanos, como signo visible del Reino de Dios presente en medio de nosotros!
¡Te lo pedimos a ti, que vives y reinas, por los siglos de los siglos!
¡Amén!



G3
Despedida
14

Después de haber sido ABRAZADOS por el Padre,
Nos disponemos en familia a compartir lo vivido
Llevando en nuestros corazones
Los Regalos de Dios que darán frutos de Vida Nueva.
Pidiendo, para aquellos que no están a nuestro lado
Una lluvia de Misericordia.
Es tiempo de vivir esta semana dos nuevas obras:
Dar posada al peregrino
Corregir al que está equivocado.
Que podamos hacerlo de la mano de María Santísima,
Madre de la misericordia.



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