¡Buen día, Espíritu Santo!
¡Buen día, querida gente de fe!
¿Comenzando el día?
Nuestro espíritu, nuestra mente, se levantan llenos de esperanza.
Sabemos que, revestidos de la gracia, todo lo podemos en Aquel que nos conforta.
¿estás siendo probado en el cuerpo? ¡Ánimo!
El Señor es tu sustento!
¿La tristeza, la duda, la decepción, están ganando espacios dentro de vos?
¡Ánimo!
¿Rezamos juntos?
Señor y Padre Nuestro,
¡Bendito y Alabado seas en la mañana!
Bendito seas Dios Victorioso,
Dios de Amor y Pacificador de todo corazón.
Tú eres el Santo, él Único Santo.
Tú eres el Rey de reyes, el Señor de señores,
Tú eres la Esperanza más honda,
la Alegría más sincera, el abrazo más tierno.
De Ti todo lo esperamos, de Ti todo lo queremos...
Danos Tu Espíritu Santo en éste día,
Regálanos Tu Presente de Amor: Tu mismo Espíritu.
Que en Él y con Él podamos librar la buena batalla;
conocer la victoria: vencer el pecado,
vencer todo odio, resentimiento y egoísmo.
Queremos ser uno Contigo,
y, santificados, cantar que Tu misericordia no tiene fin.
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