sábado, 24 de febrero de 2018

Carismanía -I-

El deseo desmedido de los carismas cierra la mano del Señor. No quiere ser forzado. El es libre, y la actitud humilde de disponibilidad es la mejor preparación para que, si entra en sus planes, llegue hasta nosotros la gracia de sus dones.  
No hagamos infructuosa la oración de alabanza por tener clavado el corazón en los dones, hermosos en sí y en los fines a que los orienta el Señor, sino en el Dador por excelencia: el Espíritu Santo. 

p. Benigno Juanes sj
"Las 11 tentaciones del servidor"


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