“Yo creo, pero aumenta mi fe”
Es fácil decir que tenemos fe, el desafío no es decir que tenemos fe, sino practicar nuestra fe. Entre los desafíos y dificultades estamos invitados a madurar, hacer que nuestra fe crezca y el desafío es permanecer alabando y agradeciendo, inclusive frente a las dificultades y tribulaciones.
Lo que el Señor nos pide a cada uno de nosotros es una fe viva, una ve renovada, solo con fe seremos fuertes en todas las dificultades y perseveraremos hasta el fin.
Palabra meditada: Job 1, 6-22
El día en que los hijos de Dios fueron a presentarse delante del Señor, también el Adversario estaba en medio de ellos.El Señor le dijo: «¿De dónde vienes?». El Adversario respondió al Señor: «De rondar por la tierra, yendo de aquí para allá».Entonces el Señor le dijo: «¿Te has fijado en mi servidor Job? No hay nadie como él sobre la tierra: es un hombre íntegro y recto, temeroso de Dios y alejado del mal».Pero el Adversario le respondió: «¡No por nada teme Job al Señor!¿Acaso tú no has puesto un cerco protector alrededor de él, de su casa y de todo lo que posee? Tú has bendecido la obra de sus manos y su hacienda se ha esparcido por todo el país.Pero extiende tu mano y tócalo en lo que posee: ¡seguro que te maldecirá en la cara!».El Señor dijo al Adversario: «Está bien. Todo lo que le pertenece está en tu poder, pero no pongas tu mano sobre él». Y el Adversario se alejó de la presencia del Señor.El día en que sus hijos e hijas estaban comiendo y bebiendo en la casa del hermano mayor, llegó un mensajero y dijo a Job: «Los bueyes estaban arando y las asnas pastaban cerca de ellos, cuando de pronto irrumpieron los sabeos y se los llevaron, pasando a los servidores al filo de la espada. Yo solo pude escapar para traerte la noticia».Todavía estaba hablando, cuando llegó otro y le dijo: «Cayó del cielo fuego de Dios, e hizo arder a las ovejas y a los servidores hasta consumirlos. Yo solo pude escapar para traerte la noticia».Todavía estaba hablando, cuando llegó otro y le dijo: «Los caldeos, divididos en tres grupos, se lanzaron sobre los camellos y se los llevaron, pasando a los servidores al filo de la espada. Yo solo pude escapar para traerte la noticia».Todavía estaba hablando, cuando llegó otro y le dijo: «Tus hijos y tus hijas comían y bebían en la casa de su hermano mayor, y de pronto sopló un fuerte viento del lado del desierto, que sacudió los cuatro ángulos de la casa. Esta se desplomó sobre los jóvenes, y ellos murieron. Yo solo pude escapar para traerte la noticia».Entonces Job se levantó y rasgó su manto; se rapó la cabeza, se postró con el rostro en tierra y exclamó: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allí. El Señor me lo dio y el Señor me lo quitó: ¡bendito sea el nombre del Señor!».En todo esto, Job no pecó ni dijo nada indigno contra Dios
Job vivió diferentes pruebas, una detrás de la otra, apenas acababa una, ya venía otra. Perdió todo, inclusive a sus hijos. Imagínate escuchar un anuncio así. El dolor, la angustia de Job, que tenia todo, de un momento a otro, pasó a no tener nada.
¿Cuál fue la respuesta de Job? En la tribulación, en el sufrimiento, dio una respuesta diferente. “Entonces Job se levantó, rasgó su manto, se rapó la cabeza, y postrado en tierra, dijo: «Desnudo salí del seno de mi madre, desnudo allá retornaré. Yahveh dio, Yahveh quitó: ¡Sea bendito el nombre de Yahveh!»” (Job 1 , 20)
Ah! seguro me vas a decir: pero yo no soy Job, eso pasó hace mucho tiempo. Nosotros necesitamos ser Job en los tiempos de hoy, necesitamos pedir a Dios esa gracia, tenemos la obligación de pedir al Señor: “Yo creo, pero aumenta mi fe”.
Necesitamos fe para permanecer firmes, para no blasfemar. La gratitud produce milagros, ¡como necesitamos abrir nuestros labios para parar de reclamar y alabar más, y agradecer más!
Las pruebas no las pedimos, pero las tenemos que enfrentar, y ¿cómo enfrentarlas? con oración, confiando en Dios. Cuando la tribulación toque nuestra puerta, tenemos que recordar lo que Job pasó, tenemos que despertar!
Somos humanos, tenemos nuestras miserias, por eso tenemos la necesidad de no olvidarnos nunca, y ejercitar diariamente nuestra fe. Nos pueden quitar todo, pero tenemos que proclamar a Jesús hasta el fin! Será difícil, pero es posible!
Padre Bruno Costa
Retiro de Carnaval 2018
Comunidad Canción Nueva
publicaciòn original: Portal Canción Nueva en español.
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