viernes, 7 de septiembre de 2018

RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Lucas 5,33-39.

Evangelio según San Lucas 5,33-39.
En aquel tiempo, los escribas y los fariseos dijeron a Jesús: "Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y hacen oración, lo mismo que los discípulos de los fariseos; en cambio, los tuyos comen y beben".Jesús les contestó: "¿Ustedes pretenden hacer ayunar a los amigos del esposo mientras él está con ellos?Llegará el momento en que el esposo les será quitado; entonces tendrán que ayunar".Les hizo además esta comparación: "Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar uno viejo, porque se romperá el nuevo, y el pedazo sacado a este no quedará bien en el vestido viejo.Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres; entonces el vino se derramará y los odres ya no servirán más.¡A vino nuevo, odres nuevos!Nadie, después de haber gustado el vino viejo, quiere vino nuevo, porque dice: El añejo es mejor".

RESONAR DE LA PALABRA

Jesús es el novio

No sé si lleva cierto tono provocativo afirmar que es una insidia. Son insidiosos los que aseguran que poner en segundo plano ciertos modos de ascesis, ayunos, penitencias, disciplinas y mortificaciones significa rebajar las exigencias cristianas, es traicionar la petición de Jesús de tomar su cruz, es olvidar que seguimos al Crucificado.

Es insidia porque no es verdad. Seguimos al Crucificado, y hemos de estar dispuestos a morir y entregar la vida como él. Pero seguimos, también, el Resucitado. Desde luego, no seguimos a un filósofo estoico; ni siquiera a Juan el Bautista.

Pero es que nos lo dice el mismo Maestro. Seguimos al Novio. Y Jesús es el novio en el banquete de bodas de la Nueva Alianza. El Reino de Dios es comparado por Jesús con un banquete de bodas. Y aquí no caben ayunos ni tristezas. Somos los invitados al convite. Es tiempo y lugar de celebrarlo, de fiesta, de alegría, de festejos.

Además, queremos sorprender la “gran novedad” de la que nos habla Jesús. El vino nuevo, el odre nuevo, el vestido nuevo. Los fariseos, los miembros de ciertas sectas, los mismos discípulos de Juan seguirán embarcados en sus ritos ascéticos. Los seguidores de Jesús se sientan al banquete para alegrarse con el novio, para beber el vino nuevo de la Alianza nueva. La tristeza, para la ausencia del novio, para el pecado; sólo entonces.

Hermanos de Ciudad Redonda: Alegraos, que tenemos entre nosotros al mejor de los novios. Os digo como los primeros cristianos, refiriéndose al domingo: “Celebramos el Día del Señor como un día de alegría (Pedro de Alejandría). “Peca quien en este día está triste” (Didascalia). No temáis a las rebajas de las que hablan voces sombrías. En este banquete de bodas celebramos la Alianza Nueva, lograda con la sangre derramada en la Cruz para la salvación de todos. Con esta sangre no caben frivolidades ni mezquindades.

En fin, gocémonos en la novedad del vino nuevo que nos trae Jesús. Es el Espíritu que hace nuevas todas las cosas.

CR

fuente del comentario CIUDAD REDONDA

No hay comentarios:

Publicar un comentario