El Señor quiere que tú y las personas a las que amas, rompan con el pecado. Esa es la manera de estar preparados para la venida de Jesús, que ya está muy cerca. Desafortunadamente, las imágenes, los lugares, las canciones, las historias que el mundo nos ofrece son de barro. Precisamos adherirnos a la vida eterna, sobrenatural, que sólo Jesús puede traer.
Ser santo no es algo imposible, ya que eres (somos) imagen y semejanza de Dios, que es tres veces santo. Tú y yo estamos recibiendo una gracia maravillosa: Él está derramando sobre nosotros el Espíritu Santo.
Este es el mandato de Jesús: "Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda criatura." Así como debemos vivir el mandamiento de Jesús, que es "Amarnos los unos a los otros como yo Él nos ha amado", así también debemos llevar a cabo el mandato de Jesús. Tenemos que llevar la palabra a toda persona humana, sin excepción.
A veces pensamos que la gente tiene que dejar de hacer cosas malas para acercarse a Dios, pero lo que sucede es lo contrario: es necesario encontrarse con Dios, para entonces, abandonar el pecado. Fue lo que le pasó a Pablo. Pablo tenía odio a los cristianos; él los combatía, los apresaba, los entregaba para ser juzgados y condenados. Jesús, entonces, se le apareció en el camino de Damasco. Después de eso, el odio desapareció y el que perseguía a los cristianos se convirtió en el gran predicador de Jesús, del cristianismo; fue a las sinagogas a desafiar a los doctores de la ley predicándoles a ellos a Jesucristo.
Seas quien seas, sea cual sea tu problema, si Jesús entra en tu vida, ella será toda cambiada. Tal vez soportes la vida que llevas. Tal vez estás en el camino equivocado, quieres cambiar pero no puedes. Deja a Jesús entrar en tu vida, en tu corazón, como lo hizo Pablo. Tal vez pienses: "Yo no soy digno de eso; ya fui demasiado lejos ". No. Seas quien seas, no te olvides de las palabras de Jesús: "Ve por todo el mundo y predica el Evangelio a toda criatura".
Él te está llamando de vuelta. No te descalifiques, porque para Jesús, no hay casos sin solución. Por eso, entrega hoy tu vida a Jesús.
Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués
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