Profecías en lenguas e interpretación

por el Hno. James Shin

Los carismas de profecía en lenguas e interpretación de lenguas no se utilizan en todas partes en la Renovación Carismática. Algunas comunidades prohíben a sus miembros utilizar los carismas por miedo al abuso. En otros casos, las personas que no son completamente conscientes de la importancia de los carismas eligen deliberadamente reprimir su uso y los persiguen activamente. Sin embargo, estos dos carismas son vitales para revelar la obra dinámica del Espíritu Santo, especialmente durante las reuniones de oración. Descuidar su uso disminuye fuertemente el inmenso poder de la renovación carismática. San Pablo, en su amplia explicación de los carismas en 1 Co 12 y 14, proporciona una enseñanza completa y organizada de estos dos carismas. Afirmando que las profecías son de gran importancia en la edificación de la Iglesia, dice que las lenguas acompañadas de su interpretación tienen el mismo valor que otras profecías, y por lo tanto son igual de útiles en edificar la Iglesia.

Orar en lenguas está a la disposición de todos como un carisma permanente y no se ve seguido de la interpretación. Por otra parte el carisma de profecía en lenguas es dado sólo a algunas personas, es temporal, y necesariamente está seguido por la interpretación. En 1 Co 12, 10, San Pablo escribe, “…a otro diversidad de lenguas…” Aquí se está refiriendo al carisma de profetizar en lenguas, aunque a menudo se confunde con el orar en lenguas normal. El carisma de profetizar en lenguas se suele dar en reuniones de oración a una persona, que proclama en voz alta. El don de interpretación se da a una persona que, al escuchar la proclamación, dice lo que se ha proclamado en su propio idioma. El contenido de tales profecías en lenguas es normalmente de alabanza a Dios o el mensaje de Dios a la comunidad. El carisma de profetizar en lenguas está enumerado como uno de los nueve carismas para las comunidades en 1Co 12, 10. San Pablo escribe más extensamente sobre ello en el capítulo 14.

En el versículo 22, afirma que las profecías en lenguas son un signo para los no creyentes. San Pablo recalca que estas profecías en lenguas deben ser siempre utilizadas de una manera ordenada (versículo 26-27) y su uso no debe ser reprimido (versículo 39). En 1 Co 12, 10 San Pablo escribe: …a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de interpretarlas”. En 12, 5, afirma que el don de interpretación tiene como propósito la edificación de la Iglesia, y es lo mismo que la profecía. En el versículo 13, afirma que aquéllos que hablan en lenguas deberían buscar el carisma de interpretación. Las profecías en lenguas han de ser acompañadas por la interpretación, y si no existe intérprete, entonces la persona debería guardar silencio (versículo 27-28). También en el versículo 13, San Pablo dice que uno que habla en lenguas debería orar para pedir ser capaz de interpretarlas. El versículo 27 dice: “Si se habla en lengua, que hablen dos, o a lo más tres, y por turno; y que haya un intérprete”.

El uso de este don sucede cuando un miembro maduro de un grupo de oración se ve de repente inspirado por Dios para hablar en lenguas y, aceptándolo conscientemente, lo dice en voz alta. Esta persona madura que ha sido inspirada sabe cómo utilizar el carisma en un momento en que Dios quiere que lo haga y de un modo adecuado a las circunstancias. Después de que uno diga una profecía en lenguas, la reunión de oración tiene un aire tranquilo, de seriedad. Debemos pedir que, en ese mismo momento, Dios hable a través de alguien. Las personas a menudo experimentan el Espíritu Santo obrando en ellas cuando les vienen a la mente algunos versículos o frases. El intérprete debe orar calladamente y decir lo que le venga a la mente, pero no sólo para sí mismo. A veces, incluso si sus palabras fueran tomadas prestadas, debería hablar en voz alta para bien de la comunidad. Después de algún tiempo, conseguirá más experiencia y será capaz de utilizar el carisma de interpretación bien. Si se interpretan distintas lenguas para tener el mismo mensaje o una persona experimentada interpreta, y el contenido da a la comunidad alegría y paz, se puede decir con seguridad que vino de Dios.

La razón por la que profetizar en una reunión de oración es importante es que revela la diversidad de los carismas, permitiendo que se manifiesten más, y se vuelve una fuente de mensajes de Dios. 

Por lo tanto, para que una persona madure en los dones, deberá superar la timidez y cooperar con el Espíritu Santo. Cuando se sienta inspirado por el Espíritu Santo, no debería esperar a algún tipo de convicción sino lanzarse a hablar cuando se vea interiormente invitado a dar un mensaje a la comunidad. Debería dejar sus resultados al discernimiento de la comunidad. También, para que una comunidad crezca, sus miembros deberían hacer esfuerzos para obtener conocimiento práctico del carisma, abrir sus mentes para que el don se manifieste, y se tomen su tiempo para profundizar en la oración, de modo que la reunión de oración no se vuelva superficial.

El don de profecía en lenguas es útil como sigue. Primero, impulsa a las personas a transmitir los mensajes de Dios a pesar de la duda para dar profecías a menudo debido al miedo, la incertidumbre o la incomodidad. Segundo, vuelve cierto el incierto carisma de la profecía. Tercero, prepara a la comunidad a esperar los mensajes. Como en el caso de otros carismas, este carisma se utiliza mal, o se abusa de él, cuando se hace sin la ayuda del Espíritu Santo o cuando se utiliza para hacer ostentación del mismo. También podría haber una profecía falsa que está influida por la oscuridad. Esto perturbaría a las personas que la escucharan y les haría sentirse mal. A pesar de estos riesgos, deberíamos alentar el uso de este carisma incluso más activamente que antes, con el propósito de edificar la comunidad eclesial. “No extingáis el Espíritu; no despreciéis las profecías; examinadlo todo y quedaos con lo bueno. Absteneos de todo género de mal” (1Ts 5, 19-22).

publicado por ICRRs - Julio-Septiembre 2009