Muchos piensan que Jesús, antes de su vida pública, realizaba milagros y prodigios, cosas sobrenaturales. ¡No! Él era totalmente normal. Él creció como cualquier niño, fue adolescente y joven como todos los demás.
La palabra de Dios dice, "Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón " (Lc 2,17-19). Esto le daba fuerzas para creer en los planes de Dios. Unos 30 años más tarde es que comenzó la vida pública de Jesús.
María acompañó todo, presenciando hasta la crucifixión del Señor cuando lo colocaron en su regazo ya muerto. Humanamente, alguien podría decir: "¡Desiste, María, pues todo lo que oíste del ángel fue ilusión!". Humanamente, no había esperanza, todo estaba perdido.
Tú que ya estás desanimado con tu cónyuge, con tus hijos, tu jefe, padre, vecino, empleado, socio, paciente; sea con quien sea, cree, porque la resurrección está cerca! No creas sólo en el cambio de esas personas. Ve más allá. Cree en Dios, que es el Amor mismo. Es Él quien todo puede cambiar. Para el Señor todo es posible.
No te dejes afectar y no te conduzcas por lo que sientes y ves, sino por lo que crees. ¡Cree en lo sobrenatural!
Dios, en su misericordia infinita, tiene la capacidad de transformar todas las situaciones en un bien mayor. Pídele el don de la fe y del discernimiento, para que puedas creer, aceptar y cumplir la voluntad divina.
Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués
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