PARAR Y RESPIRAR

“Ante ciertas situaciones que nos sacan de las casillas es bueno parar y respirar profundamente antes de dar una respuesta precipitada. Jesús estaba cercado por gente falsa, críticos, fariseos que querían ponerlo a prueba, pedían una señal del cielo, estaban casi sacando de quicio a Jesús. Y entonces, dice el evangelio que Él dio un suspiro profundo. En ese momento la respiración da el tiempo que necesitamos para pensar, el aire oxigena nuestro cerebro y es posible evitar una palabra precipitada, mal dicha. Respira profundamente y evita aquella pelea; respira profundamente y evita aquella palabra mal dicha, que no puede ser retirada; después de respirar pronuncia una palabra bien dicha"

cfr. Mc 8, 11-13

Pe. Joãozinho scj