El corazón humano es como una brújula que nos muestra siempre que 'el bien' es bien y 'el mal' es mal. Pero, desgraciadamente, la gente está muy perdida. Los malos continúan siendo malos, porque los buenos no son mejores. ¿Y por qué los buenos no son mejores? Porque no quieren ser santos. Y los mejores no quieren ser santos.
La santidad no es algo complicado. Es buscar a Dios. Es necesario buscar la santidad, pero si estas cómodo con la mediocridad, la corriente te estará llevando hacia abajo.
¡Y ahí está el secreto de la santidad! Ser santo es una cuestión de transformación, no un pase de magia. Mirando con ojos humanos a la adoración, viendo a la persona allí parada, podemos decir que ellas está perdiendo la vida, tirándola fuera. ¡Pero no estamos tirando nuestra vida! Porque por el hecho de estar ahí, del modo que podemos, en adoración al Santísimo Sacramento, simplemente creyendo, el Señor está junto a nosotros.
Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués
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