miércoles, 6 de febrero de 2019

LA CAPACIDAD DE PEDIR PERDÓN Y EL REGALO DE JESÚS A LOS NOVIOS


El perdón es para muchos como una carga, como algo imposible de vivir. Es el propio enemigo quien suscita ese pensamiento en nuestra mente; él hace que guardemos rabia, dolor y resentimiento. Esa es la táctica que utiliza para destruir nuestra familia, nuestro grupo y la comunidad.
No somos capaces de imaginar el mal que provoca la falta de perdón y lo que genera en nosotros. Desgraciadamente, acabamos guardando, dentro de nosotros, el mal que la gente nos hace. Y el resentimiento es como el óxido, nos corroe poco a poco. Cuando lo percibimos, ya hemos sido tomados por él. Pero cuando perdonamos, Dios llena nuestro corazón con Su amor y pasamos a experimentar la paz que tanto soñamos.
San Pablo nos enseña en su carta: "Si se enojan, no se dejen arrastrar al pecado ni permitan que la noche los sorprenda enojados" (Ef 4,26).
¡Somos todos frágiles! Si reconociésemos y admitiésemos nuestras limitaciones, sería más fácil perdonar al hermano y comprender sus debilidades. No tengas miedo de hablar con Jesús sobre tu dificultad para perdonar; sobre cuán difícil es para ti admitir que eres capaz de cometer los mismos errores y las mismas fallas de los demás.
El Señor conoce tu corazón, pero espera que le hables de tus dificultades. Tenemos que ser sinceros con Dios.

Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib 
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués


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