miércoles, 1 de enero de 2020

RECÍBEME EN TU AMOR, VIRGEN MADRE


Recíbeme en tu amor, Virgen Madre

Rogarás después a la Madre Virginal que te obtenga la renovación perfecta de tu vida. Ella, la rosa venerable, actúe de tal modo en esta gracia, como madre y madrina tuya, que seas con tu conducta una verdadera hija. Ella, la perla del pudor, cubra tu alma con el manto de su pureza y, bajo su dulce protección, la conserve sin mancha para su Hijo el Rey y Señor. Que ella haga inscribir tu nombre en Israel, herencia elegida, para que tu parte esté con los que caminan en inocencia de corazón y tienen siempre al Señor como meta de todos sus caminos (Cf. Sal 15,5-8): 

Salve, María, Reina de clemencia, olivo de misericordia, por quien nos ha llegado el remedio de vida: Reina de clemencia, Virgen Madre del vástago divino, por quien hemos recibido el Hijo de la eterna luz, el perfumado vástago de Israel. Ya que por tu Hijo, te has convertido en la madre verdadera de todos los hombres, de los cuales él, tu único Hijo, no se ha desdeñado convertirse en hermano: así ahora, por su amor, recíbeme a pesar de mi indignidad, en tu amor de madre; ayuda a mi fe, consérvala, fortalécela. Y actúa ahora de tal modo como madrina de mi transformación y de mi fe, que seas para siempre mi única y amadísima madre, guardándome siempre afectuosa en esta vida y recibiéndome en la plenitud de tu maternidad a la hora de mi muerte. Amén.


Santa Gertrudis de Helfta (1256-1301)
monja benedictina
Ejercicios Espirituales 1 (trad. adapt. sc©Evangelizo.org)

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