domingo, 1 de marzo de 2020

Meditación: Mateo 4, 1-11

No solo de pan vive el hombre. (Mateo 4, 4)

En el Evangelio de hoy leemos que Jesús hizo ayuno durante 40 días y, al final, sintió hambre, pero el diablo lo tentó para hacerle dudar del amor y la protección de su Padre. Esta es la misma tentación que les puso a nuestros primeros padres (Génesis 3, 1-6), engañándolos hasta hacerles dudar del amor del Creador y de que Dios les da a sus criaturas todo lo que ellas necesitan.

Desde entonces el diablo ha estado usando este tipo de interpretación torcida y engañosa de las palabras de Dios para hacernos dudar del amor de nuestro Padre, especialmente cuando nos sentimos débiles, tenemos problemas familiares o financieros, sufrimos alguna enfermedad o tenemos heridas emocionales.

Lo que podemos hacer es reconocer las artimañas de Satanás y combatirlas con la verdad. Adán y Eva no se convencieron del amor de Dios y por eso sucumbieron ante las tentaciones del demonio. Es cierto que esta falta que ellos cometieron nos parece un error enorme y posiblemente imperdonable, porque en realidad tuvo consecuencias desastrosas para toda la humanidad, pero Dios jamás dejó de amarlos. Hoy, el Señor ama a todos sus hijos con la misma intensidad y decisión. De hecho, nadie ha existido jamás en la historia humana que no haya recibido de Dios el don de la misericordia y la reconciliación.

Satanás suele aprovecharse de la vergüenza que nos causan los hábitos de pecado y nos embota la conciencia, pero no debemos nunca dejar de reconocer que Dios nos ofrece su perdón y su amor. Hoy, querido lector, recuerda que el Señor te ama y repítelo tú mismo en voz alta: “¡Dios me ama!” En la oración, ruégale a Jesús que te permita percibir su amor; pídele fortaleza para mantenerte puro, para que el maligno no te engañe ni te atemorice. Pídele al Señor que venga a tu corazón y haga que este tiempo de Cuaresma sea una época bendita de renovación y gracia para tu vida y la de los tuyos.
“Padre eterno, te doy gracias por tu amor inquebrantable, porque sé que me has amado desde el primer momento de la creación. Solo a ti te adoraré todos los días de mi vida.”
Génesis 2, 7-9; 3, 1-7
Salmo 51 (50), 3-6. 12-13. 17
Romanos 5, 12-19

fuente: Devocionario Católico La Palabra con nosotros

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