Jueves Santo.
Con Jesús por la mañana.
«Los amó hasta el extremo" (Juan 13, 1). La Eucaristía constituye el signo perenne del amor de Dios, amor que sostiene nuestro camino hacia la plena comunión con el Padre, a través del Hijo, en el Espíritu. Es un amor que supera la capacidad del corazón del hombre. Al detenernos esta noche a adorar el Santísimo Sacramento y al meditar en el misterio de la Última Cena, nos sentimos sumergidos en el océano de amor que mana del Corazón de Dios» (S. Juan Pablo II) Hoy sirve con amor, ayuda a los que tienes cerca, responde a las necesidades de los demás con una sonrisa y con prontitud. Ofrece tu día por la intención del Papa.
Con Jesús por la tarde.
«Os he dado un ejemplo para que vosotros hagáis lo mismo que yo os he hecho. Dichosos vosotros, si entendéis estas cosas y las ponéis en práctica" (Jn 13, 15-17). Jesús nos da ejemplo y nos pide hacer lo mismo que Él. ¿Cómo es tu servicio a los demás? ¿Cómo está tu corazón?
Con Jesús por la noche.
Da gracias y pide luz. Dios estuvo hoy contigo, la riqueza y la sabiduría interior crecerán, si reconoces el paso de Dios por los acontecimientos que vives. Agradece las vivencias, experiencias, encuentros, lugares, personas de hoy. Pide luz. ¿De qué te hiciste consiente hoy? ¿Alguien necesita que le pidas perdón? ¿Hay necesidad de enmendar algo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario