San Juan Pablo II (1920-2005), papa
Cruzando El Umbral de la Esperanza, "Para no tener miedo"
«Jesús se presenta en medio de ellos y les dice: “Paz a vosotros”»
Más que nunca tenemos necesidad de entender esta palabra de Cristo Resucitado: “¡No tengáis miedo!” Es una necesidad para el hombre de hoy… que no cesa de tener miedo en su fuero interno y no sin razón… Es igualmente una necesidad para todos los pueblos y todas las naciones del mundo entero. Es necesario que, en la conciencia de cada ser humano, se fortifique la certeza de que existe Alguien que tiene en sus manos el futuro del mundo que pasa, Alguien que guarda las llaves de la muerte y de los abismos (Ap 1,18), Alguien que es el Alfa y la Omega de la historia del hombre (Ap 22,13), ya sea individual o colectiva; y sobre todo la certeza de que este Alguien es Amor, el Amor hecho hombre, el Amor crucificado y resucitado, el Amor siempre presente en medio de los hombres. Él es el Amor eucarístico. Es fuente inagotable de comunión. Es el único a quien podemos creer sin la más mínima reserva cuando nos pide: “¡No tengáis miedo!”
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