24 de abril de 2017.
Jamás olvidar que nuestra fe es concreta y que rechaza los compromisos y las idealizaciones. Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta, en la que participaron también los Cardenales consejeros del C9 que a partir de hoy y hasta el próximo 26 de abril se reúnen con el Pontífice. El Santo Padrepuso de manifiesto la libertad que nos da el Espíritu Santo que hace que el anuncio del Evangelio se produzca sin compromisos ni rigideces.
El encuentro de Nicodemo con Jesús y el testimonio de Pedro y Juan, después de la curación del tullido, estuvieron en el centro de la reflexión de Francisco. El Papa dijo que Jesús explica a Nicodemo con amor y paciencia que es necesario “nacer de lo alto”, “nacer del Espíritu” y, por tanto, pasar “de una mentalidad a otra”. Mientras para comprender mejor esto agregó que es posible detenerse ante lo que narra la Primera Lectura, tomada de los Hechos de los Apóstoles: Pedo y Juan han curado al tullido y los Doctores de la Ley no saben cómo hacer para “esconder” lo ocurrido. Y en el interrogatorio, “ellos responden con sencillez” y cuando los intiman a que no hable más de esto Pedro responde: “¡No! No podemos callar lo que hemos visto y oído. Y… seguiremos así”.
El Verbo se ha hecho carne, la nuestra es una fe concreta
El Papa aludió a lo concreto de un hecho, a lo concreto de la fe con respecto a los Doctores de la Ley que“quieren entrar en las negociaciones para llegar a compromisos”: Pedro y Juan “tienen coraje, tienen la franqueza del Espíritu”, lo que “significa hablar abiertamente, y con coraje, de la verdad, sin compromisos”. Y añadió que éste es “el punto”: “Lo concreto de la fe”:
“A veces olvidamos que nuestra fe es concreta: el Verbo se ha hecho carne, no se ha hecho idea: se ha hecho carne. Y cuando rezamos el Credo, decimos todas cosas concretas: ‘Creo en Dios Padre, que ha hecho el cielo y la tierra, creo en Jesucristo que ha nacido, que ha muerto…’, son todas cosas concretas. Nuestro Credo no dice: ‘Yo creo que debo hacer esto, que debo hacer esto, que debo hacer esto o que las cosas son así por esto…’: ¡No! Son cosas concretas. Lo concreto de la fe que lleva a la franqueza, al testimonio hasta el martirio, que está contra los compromisos o la idealización de la fe”.
A veces también la Iglesia ha caído en una “teología del se puede y no se puede”
Para estos Doctores de la Ley – prosiguió diciendo el Papa – el Verbo “no se ha hecho carne: se ha hecho ley: y se debe hacer esto hasta acá y no más allá”, “se debe hacer esto” y ninguna otra cosa:
“Y así estaban enjaulados en esta mentalidad racionalista, que no ha terminado con ellos, ¡eh! Porque en la historia de la Iglesia tantas veces, pero la misma Iglesia ha condenado el racionalismo, el Iluminismo, después tantas otras ha caído en una teología del ‘se puede y no se puede’, ‘hasta aquí, hasta allá’, y ha olvidado la fuerza, la libertad del Espíritu, este renacer del Espíritu que te da la libertad, la franqueza de la predicación, el anuncio que Jesucristo es el Señor”.
Que el Señor nos de el Espíritu para anunciar el Evangelio sin rigideces
“Pidamos al Señor– fue la invocación final del Papa – hacer esta experiencia del Espíritu que va y viene y nos lleva adelante, del Espíritu que nos da la unción de la fe, la unción de las cosas concretas de la fe”:
“‘El viento sopla donde quiere y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es para quien ha nacido del Espíritu’: siente la voz, sigue el viento, sigue la voz del Espíritu sin saber dónde terminará. Porque ha hecho una opción por lo concreto de la fe y el renacimiento en el Espíritu. Que el Señor nos dé a todos nosotros este Espíritu pascual, de ir por los caminos del Espíritu sin compromisos, sin rigideces, con la libertad de anunciar a Jesucristo como Él ha venido: en la carne”.
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