Con Jesús por la mañana.
«La Cruz nos enseña a mirar siempre al otro con misericordia y amor, sobre todo a quien sufre, a quien tiene necesidad de ayuda, a quien espera una palabra, un gesto. Nos invita a salir de nosotros mismos para ir al encuentro de ellos y tenderles la mano. Jesús te está mirando ahora y te dice: ¿Me quieres ayudar a llevar la Cruz? Hermano y hermana, con toda tu fuerza de joven ¿qué le contestas?» (Papa Francisco) Comienza una semana especial, "santa". ¿Estás dispuesto a abrir, como Cristo, tus brazos en la cruz? Ofrece tu día por la intención del Papa para este mes. ¿A quién puedes tender hoy tu mano?
Con Jesús por la tarde.
«María, tomando unos trescientos gramos de perfume de nardo puro, muy caro, perfumó los pies de Jesús y luego los secó con sus cabellos. Toda la casa se llenó del aroma del perfume» (Jn 12, 3). Piensa a quién debes hoy "perfumar los pies", mientras recuerdas el propósito del día.
Con Jesús por la noche.
Agradece lo vivido hoy. Haz la señal de la cruz. Respira hondo. Pide cuentas a tu corazón de lo que has vivido desde la hora en que te levantaste. ¿Qué lugares has recorrido? ¿Qué momento te ha llenado de felicidad? ¿En qué momento has sentido agobio? ¿Qué quieres agradecer a Dios?
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