sábado, 8 de julio de 2017

la Fuerza de lo Alto

Dios quiere que las personas sean revestidas la fuerza de lo Alto







El pasaje de la Sagrada Escritura que me fue presentado es, Lucas 24, 49.

Las promesas de Dios se realizan, y el Señor hasta utiliza la palabra “prometido”. La condición era muy simples: que después de la resurrección de Jesús, todos permanezcan en la ciudad, a la expectativa de Su vuelta.

La palabra griega dynamis quiere decir “energía”, y es eso es que Jesús esta diciendo, Él quiere que las personas sean revestidas de la energía del Alto.

En la pasaje de los Hechos de los Apóstoles 1,4-8, Dios cumple Sus Palabras. El pasaje dice que Juan bautizo con agua, y bautizar con agua es lo que se hace en los ritos orientales, y es como los evangélicos hacen, sumergen a las personas en el agua.

¡La gran gracia de mi vida fue recibir el bautismo en el Espíritu Santo! Él lo produjo el día 2 de noviembre de 1971, en el comienzo de la Renovación Carismática Católica. Yo no era un sacerdote destacado entre mis colegas. Comencé a aprender a tocar guitarra en Teología e incluso destacaba un poco, pero era un sacerdote común.

Teníamos, en la ciudad de Lorena-SP (Brasil), un buen grupo de jóvenes, muchos jóvenes, no solo de Lorena, sino de otras diócesis, que también participaban de este grupo. Yo sentía que este grupo no tenía mucha acción; entonces, invité el padre Irineu para que haga una predica y encender fuego en aquellos jóvenes.

El padre hablaba mucho sobre el Espíritu Santo, y yo me preguntaba cuando él hablaba sobre la acción. Los pasajes bíblicos que él trae yo los conocía, pero me tocaron de tal forma, como nunca antes me habían tocado. Yo necesitaba de una acción diferente, de aquella que vendría de alguien que el padre ahora estaba presentándonos.

Yo no conseguí permanecer hasta el fin de la predicación. Fui a la capilla y dije al Señor que no sabía lo que estaba ocurriendo, pero pedía a Él: “¡Dame!”.

“Recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra” (He 1,8). ¡Vino sobre mí el Espíritu Santo! Dios vino en mí ayuda, me dio "fuerza", poder, ¡dynamis!. Ya no era yo más el mismo sacerdote, yo era activo. Dos cosas ocurrieron: yo fui incendiado por el Espíritu, después “he incendido” a los otros y ellos “incendiaron” todo el trigal.

Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Predica en la Renovación Carismático Católico 2017

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