Bendito seas en la mañana, cuando todo comienza.
Cuando arranca la jornada te doy gracias porque Tú eres la Bendición,
aún en medio de luchas y dificultades,
Te doy gracias porque sé que nos vas a bendecir,
porque Tú así lo has hecho en el pasado,
Tu Ser es Bendición,
Tú eres la misma Bendición.
Gracias porque Contigo, al final del día,
llegaré a ser una mejor persona.
Abro las puertas de mi ser a Tu presencia y clamo:
¡Ven a morar!
Te ofrezco y me presento como ofrenda,
¡Santifícame para ser agradable al Padre!
Ven, porque Contigo "el otro" tiene valor;
Que me importe el otro, como yo te importo.
Enséñame, instrúyeme como camino de bendición;
Que nada nos aparte de Ti;
Levanta a los desanimados.
Fortalece a los que están necesitando de renovadas fuerzas.
Amén!
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