martes, 12 de febrero de 2019

COMPRENDIENDO LA PALABRA 120219


«Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí»

La oración es un hablar de corazón a corazón con Dios...La oración bien hecha toca el corazón de Dios y le incita a escucharnos. Cuando oramos que sea todo nuestro ser que se vuelve hacia Dios: nuestros pensamientos, nuestro corazón... el Señor se dejará doblegar y vendrá a ayudarnos...
Ora y espera. No te turbes; la agitación no sirve para nada. Dios es misericordioso y escuchará tu suplica. La oración es nuestra mejor arma: es la llave que abre el corazón de Dios. Es necesario que te dirijas a Jesús mucho más con el corazón que con los labios.


San [Padre] Pío de Pietrelcina (1887-1968)
capuchino
T, 74; CE, 39-40

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