lunes, 17 de julio de 2017

¿Qué escoges?

¿Qué escoges? ¿Quieres ser feliz o quieres el placer?

Una frase del Evangelio es como una pepita de oro, y ésta me llamó la atención: “Para el discípulo, basta ser como su maestro; para el siervo, ser como su señor”. Esto quiere decir que el punto de llegada para el discípulo es el maestro, el discípulo se va asemejando cada vez más a aquel al que admira.

Dunga, misionero de la Comunidad Canción Nueva e idealizador del PHN (Por Hoy No voy a pecar), no fue solamente un discípulo mío, sino un discípulo de Jesús. ¡Y cuánto creció Dunga! No solamente creció el PHN, sino Dunga también. Quiero ver, el año que viene, con los 20 años, este Centro de Evangelización colmado. Les estoy invitando a aquellos que hace 19,18 o 10 años atrás participaron del PHN.

Necesitas ser como Jesús, necesitas relacionarte con Él. Como decía Pablo: “Ya no vivo yo, sino es Cristo quien vive en mí”. Necesitas vivir en Cristo y que Cristo viva en ti.

La frase llave de este PHN es “¡Ánimo! ¡Levántate! ¡Él te llama!” ¡El Señor está haciendo eso! Él quiere, en esta Eucaristía,-y en cada Eucaristía-, realizar la fiesta de tu resurrección. ¡No pierdas esta oportunidad! ¡Quien está delante de ti es Jesús, y el objetivo del PHN es formar santos para Él!

No puedes permanecer en la muerte, necesitas venir hacia la vida. ¡Ven hacia fuera! Si luchas por el PHN (Por Hoy no Voy a Pecar), durante toda tu vida, cuando mueras, estarás frente a frente con Jesús. Él va a decir que te saques el vendaje, como hizo con Lázaro. Entonces entrarás al cielo, entrarás en la vida eterna. Tú eres ciudadano del cielo, ahí hay un lugar para ti. ¿Quieres que tu lugar en el cielo quede eternamente vacío? ¡Entonces, lucha! Día tras día: ¡Por Hoy No voy a pecar!

¡Hay tanta gente ensuciándose en el pecado! ¿Cuál es tu elección? ¿Quieres placer o felicidad? Debes querer la facilidad y aún más la felicidad plena, pues el placer pasa.

Decile no a la impureza. Si prostituyes tu cuerpo, sales de la protección de Dios; y al salir de ella, solo actúa la naturaleza. Dios perdona siempre, los hombres perdonan a veces, pero la naturaleza no perdona nunca. Si usamos degeneradamente nuestro cuerpo, la naturaleza se vengará.¡ Fíjate en el gran número de virus y bacterias esparcidas por ahí! Dios no nos llamó a la impureza, sino a la santidad.

Eres templo del Espíritu Sato, pero cuando desprecias tu cuerpo y el cuerpo de otro, desprecias al Espíritu Santo de Dios que está en ti y en el otro. No sabemos cuándo, pero Jesús volverá en su gloria. ¿De qué lado quieres estar? ¿Del lado de las ovejas o de los cabritos?

Monseñor Jonas Abib 
Fundador de la Comunidad Canción Nueva 
Predica del Campamento PHN 2017
fuente: Portal Canción Nueva en español

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