viernes, 27 de octubre de 2017

Meditación: Lucas 12, 54-59

"¿Por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente?" Lucas 12, 56
De vez en cuando se ve a alguien parado en una esquina con un letrero que dice “El fin está cerca.” Al parecer el tema del “fin de los tiempos” es algo que preocupa a mucha gente.



¿Es posible predecir el fin del mundo? Jesús dice que nadie sabe cuándo llegará ese momento, ni siquiera él (Mateo 24, 36). Pero en lugar de preocuparse del fin del mundo, el Señor quiere que prestemos atención al “presente”, a fin de que podamos entender lo que su Padre está haciendo ahora mismo en el mundo (Lucas 12, 56). Por eso, no nos interesa tanto conseguir una visión del futuro del mundo, sino trabajar con Cristo hoy y contribuir a la difusión de su Reino.

Pero, ¿qué es lo que Dios está haciendo hoy en el mundo? Veamos:

• En lugares como Irak y Siria, el Señor está fortaleciendo la convicción de nuestros hermanos cristianos para que declaren su fe inquebrantable aún a costa de sus hogares, sus medios de subsistencia e incluso su vida, y está moviendo a quienes están seguros para que los apoyen en la medida de sus posibilidades, mediante la oración y la entrega generosa.

• En otros lugares donde la Iglesia está bajo gran presión, como en América Latina, el Señor está congregando a su pueblo en pequeñas comunidades de fe, donde su luz puede brillar esplendorosa y esa luz está trayendo a más personas a su Reino.

• A través del ministerio de apóstoles como el Papa Francisco, nos invita a todos a “hacer lío”, cuando salimos a las periferias y acompañamos a aquellos que son distintos en su forma de vestir, hablar, pensar o rendir culto. Y la gente lo está teniendo en cuenta.

• El Señor está usando a los científicos, investigadores y directivos de las comunidades civiles para dar a su Iglesia un nuevo sentido de urgencia acerca de las amenazas que se ciernen sobre la creación y el medio ambiente, y muchos están empezando a cuidar mejor nuestro “hogar” común.

Entonces, ¿qué época es ésta? No podemos decir si es o no la hora del fin, pero podemos decir que es el momento propicio de hacer algo positivo para construir el Reino de Dios.
“Espíritu Santo, Señor, abre mis ojos para que yo vea cómo puedo colaborar con tu obra en el mundo de hoy.”
Romanos 7, 18-25
Salmo 119(118), 66. 68. 76-77. 93-94

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