Cuando los discípulos de los fariseos y los herodianos le preguntaron a Jesús si era “lícito pagar los impuestos al César o no”, Jesús se dio cuenta de que le estaban poniendo una trampa. ¿Era justo pagar impuestos al Imperio Romano, que mantenía sometido a Israel por la fuerza? El Señor reconoció las intenciones de quienes le preguntaban. Si respondía “sí”, sería acusado de colaborar con el imperio invasor; si respondía “no”, los herodianos lo denunciarían como sedicioso o revolucionario.
Jesús eludió sabiamente la trampa pidiendo que le mostraran una moneda. En ella señaló la imagen del César que llevaba estampada y les dijo que dieran al César lo que era del César, y a Dios lo que es de Dios (Mateo 22, 21). Es justo darle a nuestro Creador el culto de amor y adoración que a él le corresponde, porque todos los humanos llevamos “estampada” en el alma la santa imagen de Dios.
Hoy se celebra la Jornada Mundial de las Misiones. ¿Quiénes son los misioneros y qué hacen? Los misioneros son fieles cristianos que van a otros lugares para llevar el Evangelio y su testimonio de vida nueva en Cristo, para enseñarles a la gente a rezar, decirles que todos debemos amarnos y ayudarnos los unos a los otros, y anunciarles la buena nueva de que Dios nos ama y quiere que todos se salven.
Hay misioneros en todo el mundo que necesitan nuestra ayuda espiritual, humana y material, porque aparte de su labor evangelizadora, atienden leprosarios, hospitales, asilos para huérfanos y ancianos, clínicas para pacientes externos, colegios, universidades y realizan muchas otras obras.
La labor de un misionero es muy valiosa. Oremos hoy de manera especial por todos los misioneros y seamos generosos con nuestra ayuda material. Esta es también una manera de dar a Dios lo que es de Dios.
“Señor, enséñanos a ser buenos ciudadanos y contribuir también al bienestar del prójimo. Pedimos, asimismo, que la gracia y la protección de Dios lleguen a todos los misioneros que llevan el Evangelio a tierras lejanas y entre nosotros mismos.”
Isaías 45, 1. 4-6
Salmo 96(95), 1. 3-5. 7-10
1 Tesalonicenses 1, 1-5
Fuente Devocionario Católico La Palabra con nosotros
No hay comentarios:
Publicar un comentario