Señor y Dios nuestro,
En el amanecer de un nuevo día
Clamamos la Bendición que baja de Tus
entrañas.
Tú eres la Fuente,
La Roca Firme.
Tú eres la mano que nos modeló,
Quien conoce nuestro querer y nuestro sentir,
Nuestro pensar y nuestro desear.
Bendícenos con Tu Amor siempre nuevo.
Que nada escape en éste día a tus
designios;
Que nada aleje nuestros pasos de Tu
camino.
Devuélvenos la alegría de la salvación,
La alegría que el pecado borró.
Alienta cada paso en Tu dirección.
Otórganos sabiduría y discernimiento
para elegir,
Paciencia y tesón para obrar.
Humildad para perseverar.
Amén!
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