Con Jesús por la mañana.
“Les respondió: Vámonos de aquí a los pueblos vecinos, para predicar también allí, pues a eso he venido” (Mc 1, 38). Jesús decide salir a las afueras, resolviendo la tensión entre quienes lo buscan y quienes viven en las periferias. ¿Vives alguna tensión entre lo que deberías dejar en este tiempo para “salir” a mejores realidades que te ayudarían a crecer en libertad, en paz, en plenitud? ¡Elige aquello que te ayude a crecer en amistad con Jesús! A veces debes abandonar cosas buenas por otras mejores. Ofrece lo que vivas por la intención del mes.
Con Jesús por la tarde.
La unidad prevalece al conflicto (Segunda Parte). “La diversidad es bella cuando acepta entrar constantemente en un proceso de reconciliación, hasta sellar una especie de pacto cultural que haga emerger una diversidad reconciliada” (Papa Francisco). Las diferencias enriquecen cuando es posible asumirlas desde la cultura del encuentro y del diálogo. La exclusión y la división son resultado del mal instalado en los grupos humanos. ¿Cómo te sitúas ante los conflictos? ¿Tus actitudes excluyen la diferencia o abren diálogos profundos que construyen amistad social?
Con Jesús por la noche.
Cuidar los dones. Recógete. Toma consciencia de tu día y agradece los encuentros, las compañías, las palabras que te han hecho bien. Mira lo vivido y descubre en qué momento te has sentido libre en tus acciones y en armonía con tus hermanos. ¿Cómo podrías conservar y cultivar esas actitudes en adelante? Pídele a Dios su punto de vista y apunta un compromiso para cuidar la libertad en tus actitudes.
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