martes, 13 de febrero de 2018

Pasos que cooperan a la sanción de los dolores y enfermedades

ENTREGARSE AL ESPÍRITU SANTO

En el momento en que te has entregado al Espíritu Santo y decidiste hacer el camino de sanación y liberación, ya comenzó la linda obra del Señor en la restauración de tu vida. Cuando más nos entreguemos, mas abiertos estaremos para recibir fortalecimiento y sanación. A medida que crece nuestra confianza en el Señor, crece también el sentimiento de que El actúa en nosotros. Por eso, importa confiar en la voluntad de Dios más que en nuestra propia voluntad. No hay nada mejor que colocarse por entero a disposición del Espíritu Santo y permitir que El nos muestre los planes que Dios tiene para nosotros.

Recibí un email muy lindo y conmovedor. Una persona había hecho una experiencia transformadora con un pequeño libro que escribí llamado “30 minutos para cambiar en tu día”. Esa experiencia con el Espíritu Santo la liberó de una vida complicada, llena de sufrimientos y de una desgastante relación de adulterio. Ella contó:

“Desde el primer momento, yo sentía fuerte en mi corazón que aquel simple y pequeño libro sería un camino para que yo encontrase las respuestas que tanto clamaba a Dios. Apenas el llegó por el correo, comencé a deleitarme día tras día, con las sugerencias de oración. Y cuando llegué al capítulo de la oración de intimidad con el Espíritu de Dios me di cuenta de que había orado de una forma diferente y allí sentí la manifestación del Espíritu Santo en mi. En poco tiempo, me ví íntima de mi Señor a través de la oración y percibí que, durante el día, tenía deseo de rezar, de ejercitar mi intimidad con Él, de colocarme en presencia de él. Con el pasar de los días fui presenciando las maravillas resultantes de ese tiempo de oración -hoy, testimonio que salí de la relación del adulterio, me volví obediente a Dios, entregué mi vida en las manos de su divina providencia, aprendí que puedo usar mi sufrimiento como una escalera para superar las dificultades y que no hay nadie mejor para dialogar que el Señor. ¡Gracias, Dios! ¡Gratitud es la palabra! ¡Oración es la actitud!”
El Espíritu Santo transforma nuestra manera de estar con Dios. Podemos pedir al Señor lo que queramos. Dios solo actúa por amor y puedes estar seguro de una cosa: El te ama y estará siempre a su lado. Todo lo que el tiene para tu vida es bueno. Cuanto más confíes, te entregues y te abandones en los brazos amorosos del Espíritu, más tendrás aquella paz profunda que el mundo no puede dar. No importa si Dios nos da la sanación de una enfermedad o si nos va a arrancar de la enfermedad llevándonos junto a Él, donde no habrá dolor, muerte ni luto. Lo que importa es dejarlo actuar y que haga todo el bien que un Dios lleno de bondad y poder es capaz.

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Espíritu Santo de Dios, ven a mi, inunda mi corazón y lléname con tu río vivo de amor. Rey de los cielos, espíritu consolador, espíritu de la verdad, presente en todas partes y que a todos envuelves, tesoro de todo bien y fuente de vida, ven, habita en mi, purifícame y sálvame, tú que eres bueno! Me entrego a ti. Entra mas profundamente en mi corazón. Acepto tus planes para mi vida. Digo sí a cada uno de tus proyectos. Toma posesión de todos mis sueños, deseos y pedidos. Río de Agua viva, llena todo mi ser. Tú eres la sanación que más necesito, eres el remedio para mi fragilidad, te entrego todo para que me cures como quieres, en el tiempo que tu creas, porque confío infinitamente más en ti que en aquello que creo ser lo mejor para mi.
Marcio Mendes,
“Pasos para la sanación y liberación completa” – Editorial Canción Nueva
Adaptación del original en portugués

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