Hoy no tengo nada que pedirte, ni te traigo ninguna queja. / Yo sólo busco un encuentro desde lo infinito que late en mí. / ¡Pobre de mí si atase tu respuesta a mi pregunta tan medida, o a mi lamento tan herido! / ¡Pobre de mí si ya supiese la respuesta! / Tal vez sólo encontraría para mi sed, mi propia agua reciclada, el eco de mi monótono decirme, mi pasado humedecido por el sudor o por el llanto. / Te necesito más allá de lo que sé o de lo que digo de mí mismo. / ¡Hoy descubro ya presente, en el amor con que me atraes, la pasión con que me buscas!
Benjamín González Buelta, SJ
Presenta tu sentir y gustar de estos versos al Dios que es concebido en tu acogida, aceptación y confianza vividas hoy.
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