Recibe la vida del nuevo día y dile a Jesús que cuenta contigo para ser alivio en medio del sufrimiento, paz en medio de conflictos, sanación en medio de las vidas rotas. “Señor dame tu estilo y tus gestos para con mis hermanos, que no mantenga la mirada en el mal o los opresores, sino en el dolor de quienes lo sufren, llevando restauración, armonía y consuelo”.
“Pero Él pasando por medio de ellos, se marchó” (Lc 4, 21-30).
Pon tu mirada en el dolor de quien sufre el mal y abrázalo, no te apegues al lamento infecundo.
Padrenuestro...
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