Señor,
abiertos los ojos al nuevo día,
dispuestos los pies para el andar,
pedimos en la mañana Tu Bendición.
Vuelve tu Rostro, Señor, sobre nuestra gran Familia Piedras Vivas,
Otórganos el don de la perseverancia en el amor.
Que la donación, la entrega, en el amor nunca sea una carga.
Cuídanos, protégenos.
Abrázanos con ternura.
Sí en algún momento del día un atajo, un desvío,
nos aparta del único sendero...
¡Búscanos!
¡Amén!
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