Sea en tu casa, en el trabajo o en la parroquia,
cuando estés sufriendo persecuciones por causa del nombre del Señor,
comienza a alabarlo para que las corrientes y las cadenas se rompan como ocurrió con Pablo y Silas!
Esta es la promesa para todos nosotros: en la alabanza las cadenas y las corrientes se rompen.
Dios te Bendiga!
P. Cleidimar Moreira
fuente: Facebook
adaptación del original en português.
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