DÍA TERCERO
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Jesús mío, varón de Dolores, acepta el homenaje
quiero tributar a vuestra PRECIOSÍSIMA SANGRE durante
esta novena, como señal de mi más sincera gratitud
por los dolores y sufrimientos que voluntariamente padeciste
en reparación de mis innumerables pecados y
como una prueba de vuestro inmenso Amor hacia mí.
Os adoro como a mi único Dios que
quiso hacerse hombre para salvarme de la muerte eterna.
Os doy gracias como a mi mejor amigo,
porque entregaste tu vida como
una prueba del mayor amor posible.
Os pido perdón por las pocas veces que
me he acordado de Ti, Varón de Dolores,
y por haber sido la causa de tus dolores
y sufrimientos con los muchos pecados que he cometido.
Os ruego, Jesús mío, me concedas todas
las Gracias que necesito para conocerte,
amarte y servirte fielmente hasta la muerte y salvar mi alma.
Alcánzame una devoción ferviente a tu
Sagrada Pasión por la que me has redimido
y a Tú Preciosísima Sangre. Enséname a saber
unir las penas y sufrimientos de mi vida con los tuyos.
PETICIÓN:
Por los méritos de tu PRECIOSÍSIMA SANGRE y la
intercesión de tu Madre, la Virgen de los Dolores
te pido me conceda la Gracia especial que deseo
en esta novena.
SE PIDE LA GRACIA QUE SE DESEA ALCANZAR
Con la filial confianza y abandono a tu Santa Voluntad.
Y si no es Tú Voluntad concederme lo que te pido.
Te suplico me concedas lo que consideres
más beneficioso para mi alma.
Concédeme la gracia de conocerte
amarte y sentir arrepentimiento de haberte ofendido.
Te pido esta Gracia por Tu Preciosa Sangra.
Por aquella Sangre preciosa que baño
tu Cuerpo Sagrado y cayo gota a gota
hasta el suelo en el huerto de los Olivos.
Por aquella Sangre preciosa que fluía
de tu cuerpo Sagrado durante los azotes.
Por aquella Sangre Preciosa que
cubrió Tu Rostro Sagrado en la coronación de espinas.
Por aquella Sangre Preciosa que broto
de tus Manos y pies en el Calvario.
Por aquella Sangre Preciosa que manó
de tu Sagrado Corazón después de tu Muerte.
Por la Sangre Preciosa que todavía se ofrece
cada día sobre nuestros altares en la santa Misa.
Por la Sangre Preciosa que debemos en la Sagrada Comunión,
de la que dijiste:
" el que Come Mi Carne y Bebe Mi Sangre tiene Vida Eterna".
PREPARACIÓN
Los Santos del Apocalipsis cantan fervorosamente:
“Con tu Sangre has comprado para Dios gentes de toda tribu, lengua,
pueblo y nación; has hecho de ellos una dinastía sacerdotal, que sirve a Dios y
reina sobre la tierra”
(Apocalipsis 5:9)
Nosotros ahora nos unimos a este clamor celestial, y en la comunión del
Espíritu con todos los santos de la tierra y venerando esa Sangre Divina que
nos rescató del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino de la luz,
rendimos culto reverente a Dios, como pueblo sacerdotal que somos.
(Col. 1: 13 y 20)
Cristo Jesús, Cordero de Dios, que nos has salvado con tu sangre, ¡Te
alabamos! ¡Te bendecimos! ¡Te adoramos! ¡Te damos gracias rendidas! Y te
pedimos la salvación de todos los que nos hemos lavado en tu Sangre Sagrada.
Amén
LEO EN LA PALABRA DE DIOS:
“Ellos vencieron al dragón por la fuerza de la Sangre del Cordero y en
virtud del testimonio que dieron, pues despreciaron sus vidas hasta morir por
Él.”
(Apocalipsis 12: 9-1 l)
MEDITACIÓN:
¿Qué significa mi vida cristiana?
Es lucha: contra el dolor, que podría desesperarme; contra el
cansancio, que podría rendirme en el camino; contra los que atentan mi fe y mi
virtud, que exigen mi testimonio; contra mi contra el pecado, que podría
hacerme perder a Dios... Pero tengo en mis manos la fuerza del mismo Cristo. El
luchó contra Satanás y el pecado hasta la sangre, y con su Sangre nos da la
victoria a nosotros. ¿Puedo yo acobardarme y ceder ante el enemigo, si cuento
con la fuerza de la gracia de Cristo?...
Padrenuestro…
La vida es de los valientes, de los que saben luchar. Con Cristo, que
va delante, ¿Me puedo yo acobardar?...
ORACIÓN:
“OH Dios!, que en la Sangre de Jesús, derramada valiente y
generosamente en la cruz, nos das la fuerza contra todos los enemigos. Haz que
por ella me mantenga yo siempre fiel a ti. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.”
"EN SU GRAN AMOR DIOS ME HA LIBERADO POR LA SANGRE QUE SU HIJO
DERRAMÓ, Y HA PERDONADO MIS PECADOS".
(Efesios 1:7)
¡OH DIVINO ANTÍDOTO!, LIBÉRAME DEL VENENO DEL PECADO AMÉN, ALELUYA,
AMÉN.
PREPARACIÓN
Los Santos del Apocalipsis cantan fervorosamente:
“Con tu Sangre has comprado para Dios gentes de toda tribu, lengua,
pueblo y nación; has hecho de ellos una dinastía sacerdotal, que sirve a Dios y
reina sobre la tierra”
(Apocalipsis 5:9)
Nosotros ahora nos unimos a este clamor celestial, y en la comunión del
Espíritu con todos los santos de la tierra y venerando esa Sangre Divina que
nos rescató del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino de la luz,
rendimos culto reverente a Dios, como pueblo sacerdotal que somos.
(Col. 1: 13 y 20)
Cristo Jesús, Cordero de Dios, que nos has salvado con tu sangre, ¡Te
alabamos! ¡Te bendecimos! ¡Te adoramos! ¡Te damos gracias rendidas! Y te
pedimos la salvación de todos los que nos hemos lavado en tu Sangre Sagrada.
Amén
LEO EN LA PALABRA DE DIOS:
“Ellos vencieron al dragón por la fuerza de la Sangre del Cordero y en
virtud del testimonio que dieron, pues despreciaron sus vidas hasta morir por
Él.”
(Apocalipsis 12: 9-1 l)
MEDITACIÓN:
¿Qué significa mi vida cristiana?
Es lucha: contra el dolor, que podría desesperarme; contra el
cansancio, que podría rendirme en el camino; contra los que atentan mi fe y mi
virtud, que exigen mi testimonio; contra mi contra el pecado, que podría
hacerme perder a Dios... Pero tengo en mis manos la fuerza del mismo Cristo. El
luchó contra Satanás y el pecado hasta la sangre, y con su Sangre nos da la
victoria a nosotros. ¿Puedo yo acobardarme y ceder ante el enemigo, si cuento
con la fuerza de la gracia de Cristo?...
Padrenuestro…
La vida es de los valientes, de los que saben luchar. Con Cristo, que
va delante, ¿Me puedo yo acobardar?...
ORACIÓN:
“OH Dios!, que en la Sangre de Jesús, derramada valiente y
generosamente en la cruz, nos das la fuerza contra todos los enemigos. Haz que
por ella me mantenga yo siempre fiel a ti. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.”
"EN SU GRAN AMOR DIOS ME HA LIBERADO POR LA SANGRE QUE SU HIJO
DERRAMÓ, Y HA PERDONADO MIS PECADOS".
(Efesios 1:7)
¡OH DIVINO ANTÍDOTO!, LIBÉRAME DEL VENENO DEL PECADO AMÉN, ALELUYA,
AMÉN.
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