Por mal uso, muchas parejas son afectados por la infideliad on-line, la llamada “traición virtual”
En los día de hoy, parece imposible vivir sin internet.
Esta herramienta no solo se convirtió un medio fácil y rápido de comunicación e información, sino que también se convirtió en un ambiente social.
En el medio on-line, podemos hacer negocios y aumentar el circulo de amigos; algunas personas buscan, incluso, una referencia de si misma cuando miden como los otros la ven, aunque sean desconocidos. Existen incluso casos de personas que se convirtieron en “celebridades”. Personas que se relacionan o, por lo menos, comienzan a cambiar experiencias de vida por medio de un dispositivo electrónico antes de hacerlo de una forma física. Es decir, muchas cosas ocurren en este ambiente abstracto, pero se trata de sentimientos, emociones, compromisos y cultura; y todo eso impacta nuestro mundo real y concreto.
Estos medios, sin embargo, pueden convertirse también en un problema. Así como existe un gran contenido y buenas oportunidades en Internet, existe también muchas trampas.
Por el mal uso, muchas parejas son afectadas por la infidelidad on-line, la llamada “traición virtual”, cuando una de las partes se relaciona con otra persona, manteniendo conversaciones inapropiadas, o solo por curiosidad, accesando a imágenes de sensualidad o pornografía. Cuando se cuestiona, en general, la justificación recibida es que no hubo traición ni mala intención, porque lo que está en la red es siempre algo virtual. ¡Argumentan que no existía nada de verdad!
Hay quienes se cuestionan si existe la traición virtual. Después de todo, una remota y supuesta posibilidad no consuma un acto. Sin embargo, me gustaría advertir sobre potencial destructivo que para muchas familias, y el corazón de personas que se comprometen a vivir el amor, esto representa. Traicionar por internet es posible y, sí, puedes acabar con noviazgos, compromisos y matrimonios.
Internet es un ambiente social, porque, a pesar de ser virtual, lleva a la gente a los mismos efectos que tendría en un lugar físico y real. A partir de eso, queremos mencionar los siguientes textos de la Sagrada Escritura: “No cometerás adulterio. Quien mira a una mujer con malos deseos, ya cometió adulterio con ella en su corazón” (Mt 5, 27-28). Podemos codiciar también aquello que esta en el campo virtual, por lo tanto, ya es traición.
Cualquier mentira, información parcial o alteración falsa de estado civil ya son formas de infidelidad. Después, si existe un compromiso con alguien; ¿cuál seria la intención de omitir eso públicamente?
Muchos empiezan queriendo un consejo o haciendo un desahogo, pero puede ocurrir de escindir y crear una dependencia afectiva. Una señal de eso es cuando la persona, habiendo ya sido ayudada, continua buscando, con motivos banales, extender la relación. enviando incluso fotos bien producidas.
Si eres tú quien le está dedicando demasiado tiempo a éste tipo de "vínculos", ten cuidado. De conversaciones absurdas e inútiles nacen muchas pasiones indebidas. Elogios recíprocos, disculpas para no corregir o no desagradar, pequeños celos, comparaciones que exaltan las cualidades de un amigo en detrimento de su par son señales de que ya se esta viviendo una afección desordenada con esta persona. ¡Tenemos que ser hombres y mujeres resueltos!
Es necesario dar un corte antes que sea demasiado tarde.
Un último punto: Una cosa es encontrar sitios y fotos que entran automáticamente en su cuenta, y otra cosa es detenerse en ellos. Casi todos los días, recibimos invitaciones del tipo: “¿Buscando mujeres (hombres)?” Y siempre existen personas que utilizan un mínimo de ropa en estos anuncios.
En un mundo tan carente de amor y tan genitalizado, tenemos imágenes, estímulos y posibilidades de traicionar en casi todos los lugares; no hay cómo impedir las hazañas de los demás. Pero lo que caracteriza la infidelidad y destruye una relación es caer en la tentación. Por ejemplo: cuando buscamos algo en internet y escribimos palabras como “noviazgo cristiano”, “amor cristiano” o expresiones similares, muchas cosas impropias aparecen.
Entonces, es preciso no entrar, es necesario filtrar, rechazar la tentación.
Lo que mancha el ser humano no es lo que entra en él, sino lo que sale de él (Mt 15, 11). Al apreciar ciertas conversaciones o imágenes o nos dejamos llevar por ellas o nos estaremos deteniendo en la tentación y ella tomará volumen dentro de nosotros hasta llevarnos a un hecho contrario al amor que prometimos al otro.
La fidelidad es una de las caras del amor, y si somos fieles en lo poco (Lc. 16,10), también en el uso de internet, el amor que tanto buscamos vivir, se va mostrar algo grande, real y verdadero, y no utópico o virtual como muchos piensan.
¡Dios te bendiga!Sandro Ap. Arquejada
Misionero de la comunidad Canción Nueva
Traducción: Thaís Rufino de Azevedo
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