Jesús mío, varón de Dolores, acepta el homenaje
quiero tributar a vuestra PRECIOSÍSIMA SANGRE durante
esta novena, como señal de mi más sincera gratitud
por los dolores y sufrimientos que voluntariamente padeciste
en reparación de mis innumerables pecados y
como una prueba de vuestro inmenso Amor hacia mí.
Os adoro como a mi único Dios que
quiso hacerse hombre para salvarme de la muerte eterna.
Os doy gracias como a mi mejor amigo,
porque entregaste tu vida como
una prueba del mayor amor posible.
Os pido perdón por las pocas veces que
me he acordado de Ti, Varón de Dolores,
y por haber sido la causa de tus dolores
y sufrimientos con los muchos pecados que he cometido.
Os ruego, Jesús mío, me concedas todas
las Gracias que necesito para conocerte,
amarte y servirte fielmente hasta la muerte y salvar mi alma.
Alcánzame una devoción ferviente a tu
Sagrada Pasión por la que me has redimido
y a Tú Preciosísima Sangre. Enséname a saber
unir las penas y sufrimientos de mi vida con los tuyos.
PETICIÓN:
Por los méritos de tu PRECIOSÍSIMA SANGRE y la
intercesión de tu Madre, la Virgen de los Dolores
te pido me conceda la Gracia especial que deseo
en esta novena.
SE PIDE LA GRACIA QUE SE DESEA ALCANZAR
Con la filial confianza y abandono a tu Santa Voluntad.
Y si no es Tú Voluntad concederme lo que te pido.
Te suplico me concedas lo que consideres
más beneficioso para mi alma.
Concédeme la gracia de conocerte
amarte y sentir arrepentimiento de haberte ofendido.
Te pido esta Gracia por Tu Preciosa Sangra.
Por aquella Sangre preciosa que baño
tu Cuerpo Sagrado y cayo gota a gota
hasta el suelo en el huerto de los Olivos.
Por aquella Sangre preciosa que fluía
de tu cuerpo Sagrado durante los azotes.
Por aquella Sangre Preciosa que
cubrió Tu Rostro Sagrado en la coronación de espinas.
Por aquella Sangre Preciosa que broto
de tus Manos y pies en el Calvario.
Por aquella Sangre Preciosa que manó
de tu Sagrado Corazón después de tu Muerte.
Por la Sangre Preciosa que todavía se ofrece
cada día sobre nuestros altares en la santa Misa.
Por la Sangre Preciosa que debemos en la Sagrada Comunión,
de la que dijiste:
" el que Come Mi Carne y Bebe Mi Sangre tiene Vida Eterna".
PREPARACIÓN
Los Santos del Apocalipsis cantan fervorosamente
“Con tu Sangre has comprado para Dios gentes de toda tribu, lengua, pueblo y nación; has hecho de ellos una dinastía sacerdotal, que sirve a Dios y reina sobre la tierra”
(Apocalipsis 5:9)
Nosotros ahora nos unimos a este clamor celestial, y en la comunión del Espíritu con todos los santos de la tierra y venerando esa Sangre Divina que nos rescató del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino de la luz, rendimos culto reverente a Dios, como pueblo sacerdotal que somos.
(Col. 1: 13 y 20)
Cristo Jesús, Cordero de Dios, que nos has salvado con tu sangre, ¡Te alabamos! ¡Te bendecimos! ¡Te adoramos! ¡Te damos gracias rendidas! Y te pedimos la salvación de todos los que nos hemos lavado en tu Sangre Sagrada. Amén
LEO EN LA PALABRA DE DIOS:
“-¡Bebed, pues ésta es mi sangre!"
(Mateo 26: 27-28).
"El cáliz de la bendición que consagramos, ¿no es comunión con la Sangre de Cristo". "Cuantas veces coméis este pan y bebéis este cáliz, proclamáis la muerte del Señor hasta que él vuelva”
(I Corintios 10:16; 11:26)
Padrenuestro…
MEDITACIÓN:
¿En qué hago consistir yo mi devoción a la Sangre de Cristo?
En oraciones, ciertamente. Pero jamás podré buscar otro punto en que centrar esa mi devoción como la Eucaristía. Recibo la Sangre de Cristo en la Comunión. En la Comunión me comunica la Sangre divina toda su fuerza. En la Comunión me aseguro para siempre el fruto de la salvación que Cristo me ganó al derramar su Sangre por mí.
¿Comulgo todas las veces que puedo y de la mejor manera que puedo?...
Eres bebida del Cielo, eres vino embriagador. Eres amor y alegría, ¡Cáliz de la salvación!
ORACIÓN:
“Señor Jesucristo, hazme beber con ansia tu Sangre, Vino Nuevo del Reino, y prenda de las delicias que me embriagarán en la Patria celestial. Amén.”
"EN SU GRAN AMOR DIOS ME HA LIBERADO
POR LA SANGRE QUE SU HIJO DERRAMÓ,
Y HA PERDONADO MIS PECADOS".
(Efesios 1:7)
¡OH DIVINO ANTÍDOTO!,
LIBÉRAME DEL VENENO DEL PECADO
AMÉN, ALELUYA, AMÉN.
PREPARACIÓN
Los Santos del Apocalipsis cantan fervorosamente
“Con tu Sangre has comprado para Dios gentes de toda tribu, lengua, pueblo y nación; has hecho de ellos una dinastía sacerdotal, que sirve a Dios y reina sobre la tierra”
(Apocalipsis 5:9)
Nosotros ahora nos unimos a este clamor celestial, y en la comunión del Espíritu con todos los santos de la tierra y venerando esa Sangre Divina que nos rescató del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino de la luz, rendimos culto reverente a Dios, como pueblo sacerdotal que somos.
(Col. 1: 13 y 20)
Cristo Jesús, Cordero de Dios, que nos has salvado con tu sangre, ¡Te alabamos! ¡Te bendecimos! ¡Te adoramos! ¡Te damos gracias rendidas! Y te pedimos la salvación de todos los que nos hemos lavado en tu Sangre Sagrada. Amén
LEO EN LA PALABRA DE DIOS:
“-¡Bebed, pues ésta es mi sangre!"
(Mateo 26: 27-28).
"El cáliz de la bendición que consagramos, ¿no es comunión con la Sangre de Cristo". "Cuantas veces coméis este pan y bebéis este cáliz, proclamáis la muerte del Señor hasta que él vuelva”
(I Corintios 10:16; 11:26)
Padrenuestro…
MEDITACIÓN:
¿En qué hago consistir yo mi devoción a la Sangre de Cristo?
En oraciones, ciertamente. Pero jamás podré buscar otro punto en que centrar esa mi devoción como la Eucaristía. Recibo la Sangre de Cristo en la Comunión. En la Comunión me comunica la Sangre divina toda su fuerza. En la Comunión me aseguro para siempre el fruto de la salvación que Cristo me ganó al derramar su Sangre por mí.
¿Comulgo todas las veces que puedo y de la mejor manera que puedo?...
Eres bebida del Cielo, eres vino embriagador. Eres amor y alegría, ¡Cáliz de la salvación!
ORACIÓN:
“Señor Jesucristo, hazme beber con ansia tu Sangre, Vino Nuevo del Reino, y prenda de las delicias que me embriagarán en la Patria celestial. Amén.”
"EN SU GRAN AMOR DIOS ME HA LIBERADO
POR LA SANGRE QUE SU HIJO DERRAMÓ,
Y HA PERDONADO MIS PECADOS".
(Efesios 1:7)
¡OH DIVINO ANTÍDOTO!,
LIBÉRAME DEL VENENO DEL PECADO
AMÉN, ALELUYA, AMÉN.
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