Aunque el día que se levanta preanuncie luchas y tormentas;
Aunque nada parezca que puede prosperar y alcanzar su meta,
Renuevo mi confianza en Vos y clamo:
¡Ven Espíritu Santo!
Tu eres mi Dios!
¡Contigo no vacilaré!
¡Ven y visita con Tu gracia, Tu Consuelo y Tu Santidad!
¡Ven y llena mis pesares con la serena alegría de Tu Amor!
Abre mis sentidos para escuchar,
¿qué podemos hacer juntos hoy?
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