Nosotros no podemos decir: "Nuestra esperanza se acabó, todo está perdido, mi familia no tiene salida, éste mundo no tiene escapatoria". ¡No es verdad! Nada es imposible para Dios! Dios no nos tiene como un tarro de basura, Él no nos ve como chatarra. El Señor nos ama como hijos e hijas, aún cuando estamos en la miseria y en pecado. Aún cuando estamos perdidos, Dios no retira su mirar de nosotros porque somos hijos y el Señor se conmueve de nuestra situación.
Algunas veces colocamos en nuestra cabeza que el Señor no nos ama, pero no podemos desanimarnos, no podemos decir que todo está perdido, porque eso no es verdad. No somos chatarra, no somos basura. Hoy, el Padre nos quiere sacar de esa situación. Aunque hagamos hecho muchas cosas erradas, no podemos desanimarnos.
Jesús, por obra del Espíritu Santo, se hizo hombre para salvarnos, pero el príncipe de este mundo insufló en el corazón de los jefes del pueblo para que estos llevasen a Cristo a la muerte. Jesús murió no porque esos hombres quisieron, sino para salvarnos. La muerte de Él en la cruz nos dio la vida.
Si anunciamos a las personas que es necesario abrir el corazón a Dios, ellos también llegarán a la salvación, pues nosotros estamos viviendo la época del Espíritu, en la época de la salvación, estamos en el tiempo de la misericordia. El Señor está haciendo de todo para derramar Su Espíritu en nosotros a fin de salvarnos. Cuantas personas cambiaron de vida a causa de la oración de alguien, porque fueron bautizadas en el Espíritu Santo.
Tu hermano,
Mons. Jonas Abib
Fundador Comunidad Canção Nova
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