Señor y Dios de nuestras vidas,
al despertar colocamos delante de Ti nuestras necesidades y carencias,
nuestras expectativas, anhelos y deseos,
te suplicamos que de Tu generosidad seamos llenos.
Danos el maná de la solidaridad y la generosidad,
el que hace compartir teniendo tus mismos sentimientos.
Danos el vivir esta semana que iniciamos juntos,
expectantes, alegres y esperanzados.
Asegura nuestro caminar sobre Tus pasos;
Afirma nuestras rodillas vacilantes;
Direcciona nuestro obrar,
Perfecciona en el Amor las obras que iniciamos,
Danos Tus Palabras, las que consuelan y fortalecen,
para que cuantos se crucen en nuestros senderos,
de ellas también puedan beber,
y saciarse, y llenos de vigor proclamar Tu Bondad y Tu Misericordia,
que no reconocen límites,
que no tienen ocaso.
Amén!
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