miércoles, 29 de julio de 2015
Estoy apegado por demás ¿cómo cambiar?
Somos más libres y ricos cuando dejamos que las cosas y las personas pertenezcan a Dios.
Comprende que no todo debe estar a tu alcance siempre.
Las personas y las circunstancias necesitan simplemente pasar por nosotros,
enriqueciéndonos o volviéndose mejores por nuestra causa,
sin que, necesariamente nos pertenezcan.
Por lo tanto, cuanto más deseemos poseer, tanto más pobres y presos nos volveremos.
Si fuese preciso abrir más la manos, ¡no lo dudes!
¡Será mejor!
Con oraciones,
Ricardo Sá
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