Mucho cuidado con las cosas que dejas para hacer después, ellas pueden estar indicando aspectos muy importantes de tu personalidad y modos que necesitan ser revisados.
¿Que tal hacer una lista de las cosas que podrías y deberías haber realizado y no lo haz hecho?
¿Por qué no lo has realizado?
Con sinceridad puedes llegar a descubrir que, por detrás de lo que dejas para después, existen miedo que necesitan ser sanados, talentos que no son utilizados, victorias que no fueron asumidas y frustraciones que están siendo cargadas por ti. Algunas veces se trata incluso se puede tratar de una simple llamado telefónico que se deja para después.
¡Es sencillo, pero vale la pena observar, prestar atención!
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