cuando parecería que lo único que recibimos en la vida son pruebas,
críticas amargas, que todo está en nuestra contra,
fácilmente nuestra lógica nos lleva a mirar el veneno destructor fuera de nosotros.
¡Cuidado!
No es lo que entra de afuera lo que contamina la vida.
El peligro vive adentro del propio corazón!
"lo que sale de la boca procede del corazón, y eso es lo que mancha al hombre.Del corazón proceden las malas intenciones, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios, las difamaciones."(Mt 15,18-19)No pierdas de vista esto: el remedio es sólo uno.
¡La santidad del Señor es el antídoto!
Bendecido día.
Miguel Yunges
Comunidad Piedras Vivas
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