Muchas veces tiendo a reclamar al Señor lo complejo que se torna seguir Su camino..
Quisiera tener una vida de fe más serena, más llana,
Pero el camino parece empecinado.
Y surgen atajos, curvas y contra curvas.
Algunas sin un sentido claro. Parecen cosas caprichosas.
Y recordé algo que viví hace poco tiempo.
¡Un árbol en medio del camino!
El sendero bifurcado, rodeando aquello que se levantaba lozano,
lleno de vida en el medio.
La imagen le dio un giro a mi pensamiento,
todo encontró su lugar en mi corazón.
Para mantener la vida de otro a veces nuestro camino tiene que bifurcarse.
A veces los atajos, las curvas no tienen que ver directamente con nosotros sino con el entorno, con el conjunto, con el todo.
Para que otra vida siga su proceso de crecimiento,
se eleve, se realice,
mis curvas son necesarias.
¿Habrá alguna curva en tu vida que ahora adquiere sentido?
¿Lo piensas?
Con afecto,
Miguel
Comunidad Piedras Vivas.
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