Sermon 11, 13
«Todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo y lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo»
Todo lo del Esposo y la esposa es común: el honor de recibir la confesión y el poder de la remisión. Es la razón de esta palabra:«Vete y muéstrate al sacerdote»(Mt 8, 4)... La Iglesia no puede por tanto restablecer nada sin Cristo; y Cristo no quiere restablecer nada sin la Iglesia. La Iglesia no puede restablecer nada salvo al penitente, es decir lo que Cristo primero ha tocado.
Cristo no quiere reservarse ninguna remisión que la Iglesia menosprecie. Cristo todopoderoso puede todo por sí mismo: bautizar, consagrar la Eucaristía, ordenar, perdonar los pecados, y el resto; pero, el Esposo humilde y fiel, no quiere hacer nada sin la esposa. «Lo que Dios ha unido, que el hombre por tanto no lo separe»(Mt 19,6).«Este gran misterio, yo lo refiero a Cristo y a su Iglesia»(Ef 5,32)...Guárdate tú bien de separar la cabeza del cuerpo; no impidas que Cristo exista todo entero; pues Cristo no está jamás entero sin la Iglesia, y la Iglesia no puede ser sin Cristo. El Cristo total, integral, es cabeza y cuerpo.
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