Concédeme la paz que nace de una perfecta confianza en Ti,
¡Dios de amor!
Fe inquebrantable que nunca duda que lo que Tú eliges es lo mejor para mí;
Lo mejor aun cuando todos mis planes se derrumban;
lo mejor aun cuando mi vida se hace difícil;
lo mejor aun cuando los recursos humanos son escasos:
¡En Ti tengo cuanto necesito!
Lo mejor aunque mi salud y mis fuerzas flaqueen,
aunque los días sean nublados y me falte lo mucho que otros pueden tener:
hágase Tu voluntad, Señor, y no la mía.
Cuando lleguen las contrariedades,
también ellas serán lo mejor para mí,
para desapegarme de este mundo mutable y para arraigarme más en Ti.
¡Concédeme la paz de una perfecta confianza,
que me haga desprender de todo,
que me haga ver Tu mano en todos los acontecimientos, pequeños y grandes!
Haz que escuche tu voz, tu voz de Padre, que sabiamente me guía.
¡Concédeme la paz de una perfecta confianza y un corazón que goce y descanse en Ti!
Amén.
Fuente: ALMAS
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