
Aquí es donde se vuelve importante la palabra llamado. No hemos sido llamados para salvar el mundo, resolver todos los problemas y ayudar a toda la gente. Pero cada uno de nosotros tiene su propio llamado único, en nuestras familias, en nuestro trabajo, en nuestro mundo. Tenemos que seguir pidiéndole a Dios que nos ayude a ver de manera clara cuál es nuestro llamado y que nos de fortaleza para vivir ese llamado con confianza. Entonces descubriremos que nuestra fidelidad en una tarea pequeña es la respuesta más curativa que podemos dar a la enfermedad de nuestra época".
Henri NOUWEN
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