¡Buen día, Espíritu Santo!
Despertar Contigo es la mayor gracia,
Despertar a lo cotidiano Contigo es la gran Bendición!
Porque ¿que otro motivo tendría para despertar en alegría
si no fuese que Tú habitas en mi?
¿Qué podría definir mi sonrisa,
mis deseos y anhelos sino fuese Tu presencia,
Huesped del Alma?!
Mis pies al apoyarse encuentran ya seguridad,
mis pasos no vacilan,
aunque arrecien las tormentas,
aunque las aguas se agiten,
aunque las olas se levanten,
y los vientos desaten su furia,
porque es Tu Promesa la que cuenta,
es Tu Palabra la que vale...
"¡No se preocupen!"
"...les enseñaré lo que tengan que decir"
Y si de algo doy fe es que tienes memoria,
tienes Santa Memoria,
porque la promesa que vivo,
la promesa que cada día experimento,
es la misma que hiciste a Abraham,
la que mantuviste con Tus Jefes, Tus profetas y los apóstoles...
Dime querido Amigo,
¿qué podemos hacer juntos hoy?
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