Oración pidiendo a Dios la liberación de la angustia.
En nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
Padre querido, míranos, estamos cercados por ese dolor tan profundo en nuestra alma, esa angustia que nos consume día y noche; Míranos como miraste a Tu Hijo Jesús clavado en la cruz. Qué tamaño dolor! El mismo dolor que hirió profundamente el corazón de Nuestra Señora junto a la cruz, pero allí mismo, diste a Ella la profunda consolación de los sufrimientos de madre que ve morir a su hijo.
Queremos hoy, en nuestro sufrimiento, experimentar esa misma consolación, esa misma sanación y gracia, para que así sea nuestra alma aquietada y esa angustia sea entregada a Ti y no nos perturbe más, Señor, que en Ti encontremos fuerzas para superar nuestro dolor y que estas heridas sean de hecho lavadas y santificadas en la Sangre redentora de Cristo, y que el bálsamo del Espíritu Santo cicatrice todo ese profundo dolor que existe en nosotros. Amén.
Gracias Señor por tan grande gracia!
Adaptación del original en portugues
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