Buen día, Espíritu Santo!
Todo ha despertado a la vida
y aquí estoy, pidiéndote, mi querido Amigo
la gracia de despertar a la verdadera Vida,
la que procede de Ti;
la que es sustentada con Tu auxilio.
Sé que junto al Padre, en el Hijo, Tú me amas.
Por eso te suplico que llenes mi corazón de Bondad, de Amor.
Del mismo Amor que les une,
para ser uno, para vivir en comunión Contigo.
Desciende con poder sobre todas las áreas de mi ser.
Incendia mis frialdades;
Calma mis ansias, afirma los pasos;
Fortalece toda voluntad quebrada,
todo espíritu abatido,
todo ánimo perdido, toda sonrisa deslucida,
toda esperanza fragmentada.
Y vuelve a otorgar a todo lo creado un nuevo orden,
un renovado orden. Amén
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