La vida cristiana es lucha, pero, la alegría y confianza nunca pueden dejar el ambiente de la comunidad cristiana. El ser alegre y luchador hacen parte del carácter cristiano, sin embargo, interna y externamente, se bloquea la lucha por la santidad.
Nunca dejamos de poner fin a los combates.
En esta lucha diaria, la oración es la llave para la libertad donde todo se conquista como la oración del Salmista: “Nuestra vida se salvó como un pájaro de la trampa del cazador: la trampa se rompió y nosotros escapamos. Nuestra ayuda está en el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra” (Sl 7,8).
Feliz quien hace de su vida una ofrenda de amor. Para que podamos ofrecer nuestra vida por el bien de las personas y por la transparencia del Reino en el mundo, recemos: “¡Ven, Señor Jesús!”
Espíritu Santo, que podamos vivir este día en vigilancia,
combatientes en la oración,
con una vida reconciliada,
siendo consuelo y esperanza para los que más necesitan.
¡Ven, Señor Jesús, adiéstrarnos en la lucha por la paz!
Luzia Santiago
Cofundadora de la Comunidad Canción Nueva
fuente: Portal Canción Nueva en español
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