¡Buen día, Espíritu Santo!
Aquí estoy al despertar para pedir y suplicar:
¡Que no me resista a tu acción!
¡Que no me resista a Vos, Espíritu de Dios!
El grito de Esteban es fuerte,
las palabras de Esteban duelen:
"¡hombres de dura cerviz, incircucisos de corazón y de oídos!
¡siempre resistis al Espíritu Santo!"
Ven y penetra cada célula de mi cuerpo,
cada rincón, cada vacío, cada silencio.
Quiebra mis ruidos, temores y seguridades;
Dame el abrirme a Tu gracia, el recibirte,
el bendecirte y el conocerte;
Que conociéndote te ame,
y amándote se rinda mi ser entero
a Tu entera disponibilidad.
¡Amén!
PD: ¿qué podemos hacer juntos hoy?
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