Mientras contemplo el despertar del día, hoy teñido de gris,
descubro que es Tu Presencia la que da color.
Es Tu presencia garantía de un "microclima" de júbilo, alegría y gozo!
Es Tu presencia vivificante la que despierta el poder dormido.
¡Ven! ¡Llénanos de Ti!
¡Ven y renueva!
Ven a hacer Tu Obra nueva en nuestros corazones;
Ven a renovar los colores de nuestra esperanza;
Ven a reavivar aquello que débilmente está ardiendo;
Ven y siembra alegría en medio de las batallas;
y danos la gracia, al final del día,
de contemplar tu obra,
de descubrir tu paso!
Que al mirar para los costados podamos testimoniar:
"Él pasó! ¡La ciudad se llenó de alegría!"
¡Amén!
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